El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha aconsejado que durante el verano se extremen las precauciones en la elaboración y manipulación de alimentos perecederos y más sensibles a las altas temperaturas, al objeto de seguir reduciendo el número de toxiinfecciones alimentarias que se registran cada año en la comunidad.

De hecho, y según el balance del SAS facilitado a Europa Press, el pasado año se registraron en Andalucía un total de 176 toxiinfecciones de tipo alimentario que afectaron a un total de 1.418 personas, una cifra de intoxicaciones sensiblemente inferior a las registradas en años anteriores.

Así, en 2008 se registraron 193 toxiinfecciones en la comunidad, en 2007 hasta 192 intoxicaciones, 239 en 2006, un total de 230 en 2005 y 297 en el año 2004.

Además, del total de las 1.418 personas afectadas en 2009 por una toxiinfecciones alimentaria, el 7 por ciento (51 personas) requirió de ingreso hospitalario, siendo el principal agente contaminante la salmonella del huevo. Cada uno de estos 176 brotes de toxiinfección afectó a una media de ocho personas.

Atendiendo a los meses de mayor circulación de estos agentes infecciosos y el tipo de locales donde se han registrado más brotes, el balance del SAS revela que el 50 por ciento de estos episodios se concentró en los meses de junio y julio y también en la mitad de los casos en establecimientos de restauración.

Por provincias, en 2009 Sevilla registró hasta 45 toxiinfecciones de tipo alimentario, 32 en Málaga, 21 en Córdoba, otras 21 en Granada, 19 en Cádiz, 14 en Almería, 13 en Jaén y 11 en Huelva.

Fuentes de Salud Pública consultadas por Europa Press, a la vista de estos datos, aconsejan "extremar" la precaución en la elaboración y manipulación de alimentos de tipo perecedero, "que no se preparen con excesiva antelación", así como preservar este tipo de alimentos de forma refrigerada, "sobre todo, aquellos elaborados con huevo".