­El presidente andaluz en funciones, José Antonio Griñán, rechazó ayer la oferta lanzada el martes por el candidato del PP, Javier Arenas, de alcanzar acuerdos de gobernabilidad entre socialistas y populares, y se decantó por un Gobierno «progresista y estable» para Andalucía. Sin embargo, Arenas no se da por vencido y mandará a Griñán una carta para insistirle en la necesidad de un pacto PP-PSOE contra la crisis.

En una entrevista en el programa La hora de Andalucía de Canal Sur Radio, Griñán explicó que las urnas han señalado claramente que el PP es «minoritario» en Andalucía y que los votantes han preferido la opción progresista, por lo que rechazó la oferta que realizó Arenas ante la Ejecutiva de su partido.

Arenas dijo el martes que el PSOE deberá tener presente que los problemas actuales «no se resuelven con recetas del siglo XIX», por lo que se mostró dispuesto a llegar a «acuerdos de gobernabilidad entre las dos primeras fuerzas respetando el dictamen de las urnas».

Griñán apostó por un «Gobierno estable» formado, a ser posible, «por una mayoría de fuerzas progresistas que es lo que han dicho las urnas», y sobre todo porque la situación económica «es muy grave y no admite inestabilidad».

Por ese motivo, en primer lugar propondrá un acuerdo a IU y baraja las opciones de gobierno de coalición o apoyo parlamentario, al tiempo que agradeció a Arenas su ofrecimiento.

El presidente andaluz indicó que no ve problema en que se cree una comisión de investigación sobre los ERE supuestamente fraudulentos en el Parlamento, tal y como anunció el candidato de IU, Diego Valderas. «En este tema ha habido siempre una instrucción paralela con la intención de sacar réditos políticos y electorales, ahora ya no se da esa situación con lo cual se puede hablar en el Parlamento de lo que sea necesario», añadió el presidente en funciones.

«Daños» a Andalucía. Por su parte, el PP insiste en su ofrecimiento a los socialistas de acuerdos de gobernabilidad «respetando» los resultados de las elecciones y «sin condicionantes previos» para evitar el riesgo de que, con un pacto con IU se provoquen en Andalucía «daños irreparables».

Tanto es así que el presidente del PP-A envió ayer dos cartas, una al presidente de la Junta en funciones y otra al coordinador regional de IU, Diego Valderas, en las que le pone de manifiesto la necesidad de poner encima de la mesa el interés general habida cuenta de la situación de Andalucía.

No obstante, Arenas solo reconoce la posibilidad de acuerdos de gobernabilidad con el PSOE, ya que con IU admitió «diferencias programáticas sustanciales» que impedirían acuerdos que supusieran un programa de gobierno y de reformas para Andalucía, ya que lo contrario sería «defraudar nuestras convicciones».

Asimismo, fuentes de la formación política popular aseguraron que Arenas seguirá siendo el líder del partido en su comunidad y se volcará más en la actividad diaria de Génova. A pesar de la insistencia de Arenas para un pacto con el PSOe, las fuentes consultadas consideran que la opción prácticamente segura es la de la alianza entre los socialistas e IU para gobernar.

En una tesitura así, de acuerdo con la versión de las fuentes, Arenas será el líder del grupo parlamentario popular en la autonomía, entre otras razones porque así se lo ha pedido la mayoría de su formación, y sobre todo, porque él se ve con fuerzas «más que sobradas», dicen. Así, también reforzará su presencia en Génova y se dedicará al día a día de la dirección nacional, en especial en lo que atañe a la Vicesecretaría de Política Autonómica.

El coordinador general de IULV-CA, Diego Valderas, afirmó ayer que los resultados de las elecciones andaluzas demostraron que «dos millones de personas quieren que gobierne la izquierda pero no con las políticas que se han practicado hasta ahora».

En una entrevista en Canal Sur Televisión, Valderas afirmó que se abre un «nuevo tiempo político» para el que los electores han reclamado escenarios estables y «eso es lo que yo quiero garantizar».