La Junta, en el punto de mira

Susana Díaz: "Andalucía vive uno de los momentos más difíciles de la autonomía"

El nuevo Ejecutivo andaluz tomó posesión al tiempo que llegaban las primeras informaciones sobre la imputación de Griñán y Chaves

Los doce integrantes del nuevo Gobierno andaluz.

Los doce integrantes del nuevo Gobierno andaluz. / EFE

EFE

Sevilla

Mientras llegaban las primeras noticias sobre la apertura del proceso de imputación de los expresidentes José Antonio Griñán y Manuel Chaves, el nuevo Gobierno presidido por Susana Díaz comenzaba ayer su andadura con la toma de posesión de los once consejeros, cinco de ellos nuevos, en un acto celebrado en el sevillano Palacio de San Telmo en el que admitió que Andalucía pasa por uno de los momentos más difíciles desde que se constituyó en comunidad autónoma.

Los once consejeros (ocho del PSOE y tres de IU) prometieron sus cargos ante la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Andalucía, en un acto en el que la nueva presidenta pidió «altura de miras» y «honestidad» para conseguir un «clima de transparencia y ejemplaridad», y añadió: «Quiero un gobierno fuerte pero también sensible» con los ciudadanos.

Díaz, que pidió a los miembros de su Gobierno que estén siempre cerca de la gente y escuchen a los ciudadanos, quiso que este acto fuera «breve y sencillo» porque «no hay tiempo que perder y lo que esperan los ciudadanos son, sobre todo, hechos», enfatizó.

En su intervención, la nueva presidenta dijo que éste es, quizás, «uno de los momentos más difíciles de la autonomía andaluza, sobre todo para la gente sencilla». «Estamos en un mar de dificultades que estoy convencida que iremos superando», resaltó, para lo que pidió el esfuerzo de todos, incluso de quienes habrían preferido un gobierno de otro color político. En este sentido, dijo que espera el «apoyo crítico» incluso de estos porque para Andalucía «toda la ayuda es poca».

La nueva presidenta andaluza, que tuvo palabras de agradecimiento para los consejeros salientes, con los que dijo que ha vivido «un año intenso y bueno también para Andalucía», insistió en que su voluntad es gobernar para todos.

Ante la expectación que suscitó la formación de su gobierno, Díaz destacó que los nuevos consejeros vienen avalados por su trabajo y experiencia desde los «distintos rincones» de Andalucía, pero sobre todo tienen «energía y fuerza». «Ahora nuestra obligación como gobierno es convertir esa expectativa, e incluso curiosidad, en confianza y realidad», indicó la presidenta, que espera de su equipo «cohesión, altura de miras, honestidad y, sobre todo, trabajo, mucho trabajo» porque el principal objetivo es propiciar la creación de empleo.

Dirigiéndose a sus consejeros, dijo que la política no puede estar al margen de las «demostraciones de afecto y sensibilidad», y les pidió que sean «sensibles hasta en sus gestos» porque «¿cómo va a confiar nadie en un Gobierno que no muestre comprensión y sensibilidad con los problemas de los ciudadanos?», se preguntó.

Como ya ocurriera en la última toma de posesión, la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés (IU), fue ayer la única de los miembros del Gobierno que prometió su cargo con la fórmula «por exigencia legal», mientras que la titular de Medio Ambiente, María Jesús Serrano, usó la fórmula del juramento.

Al acto, que comenzó con casi media hora de retraso, no asistieron ni el expresidente José Antonio Griñán ni dos de los consejeros salientes, Luis Planas y Mar Moreno. Sí estuvieron el resto de exconsejeros, así como los dirigentes de las organizaciones sindicales y empresariales, los miembros de la Mesa del Parlamento de Andalucía y el expresidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla, además de representantes del mundo judicial y social, y numerosos altos cargos de la Junta.

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