La consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, afirmó ayer que su departamento trabaja en una «nueva estrategia» para tratar de disminuir las listas de espera en las intervenciones quirúrgicas, que, recordó, se sitúan «en la media nacional». Según Sánchez, se está analizando «hospital por hospital, servicio por servicio» con la idea de reducir los tiempos de espera. Y es que, admitió, este asunto genera una gran preocupación ciudadana. Recordar que hace un par de semanas el SAS anunció la puesta en marcha de un plan de choque para aliviar la presión quirúrgica en los hospitales Carlos Haya y Clínico. El objetivo, según explicó entonces la consejera, era incrementar en un 20% las operaciones. Para ello, se planteó contratar a 19 médicos, 32 enfermeras y auxiliares, así como a celadores, que reforzarán la plantilla existente durante octubre, noviembre y diciembre. Falta por saber si Málaga es el laboratorio de esa nueva estrategia que ayer anunció la responsable de Salud o si llegarán nuevos refuerzos (al margen de los previstos en el plan de choque) para reducir las listas de espera en los hospitales de la capital. Sobre la denuncia del CSIF sobre presiones a los médicos para dar altas hospitalarias, Sánchez negó la mayor y dijo que no existen directrices al respecto.