Andalucía rechazó ayer tipificar la salud mental como riesgo de salud pública por «atentar» contra el trabajo realizado en la lucha contra la «estigmatización» de este colectivo. Para la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez, este planteamiento supondría un «retroceso» y «un agravio a la imagen de las personas con enfermedad mental que consolidan prejuicios existentes y que dificultan su integración social». En el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, y durante el debate de las situaciones de riesgo para la salud pública, la responsable andaluza planteó al Ministerio de Sanidad retirar esta propuesta y le instó a trabajar conjuntamente con todas las comunidades autónomas para «desmontar mitos y estereotipos» que conducen a la discriminación social de estos enfermos. En Andalucía, añadió Sánchez, ya se trabaja en este camino a través del Plan Integral de Salud Mental.