La dirección andaluza del PP se pronunció ayer respecto a la reforma de la ley del aborto presentada por el ministro Alberto Ruiz Gallardón y pidió al Gobierno de Rajoy «capacidad de diálogo» para escuchar «todas las sensibilidades». En respuesta a los periodistas, la vicesecretaria de Organización de los populares en Andalucía, Ana Corredera, aseguró que ve «normal» que existan opiniones divergentes respecto a la iniciativa y recordó que en la región cada vez que se ha debatido un tema de este calado se ha optado por la libertad de voto. «Así lo hacía Javier Arenas y así lo ha hecho Juan Ignacio Zoido», apuntó.

Sobre las críticas vertidas al proyecto desde las filas de su propia formación, Corredera incidió en que el PP «no es una secta» sino un partido «donde hay personas que tienen opiniones, lógicamente, diferentes».

Con todo, la vicesecretaria de Organización considera que las distintas opiniones sobre la reforma del aborto deben trasladarse al partido «de forma interna» y no públicamente, por lo que cree que «el momento» elegido por el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, para hacer públicas sus opiniones «no era el oportuno». «Creo que un discurso de fin de año no es el momento porque hay otros órganos del partido donde se pueden hacer ese tipo de declaraciones y opiniones particulares», sentenció Corredera, quien evitó decir si en el PP de Andalucía hay críticas similares a las de Monago. A su juicio, eso son «debates internos». Pese a ello, la dirigente popular señaló que su organización ya ha manifestado su opinión sobre el aborto en distintas ocasiones y que se resume en su apoyo a la reforma de la actual ley del aborto porque «defiende la vida»y porque no está de acuerdo ni con «una ley de plazos» ni con que «las menores de 16 años pudieran abortar sin el conocimiento y consentimiento de sus padres».

Corredera subrayó, no obstante, que se trata sólo del primer borrador de la ley y que, como ocurrió con los «36 anteproyectos» de la reforma local, ahora se abre un «proceso de diálogo» en el que puede haber «cambios importantes» porque, dijo, «todo proyecto es mejorable».

Preguntada sobre si esto puede entenderse como una petición del PP andaluz a la cúpula del partido para que haya libertad de voto también en el Congreso, Corredera se limitó a contestar que se trata de un aspecto que tendrá que decidir la dirección nacional de la formación. Sin embargo, dejó claro que en Andalucía, frente a los temas controvertidos, «ha habido libertad de voto».

En Madrid, por su parte, continuaron los encontronazos a propósito de la reforma. El PP, a través del secretario general del grupo, José Antonio Bermúdez de Castro, aseveró que no habrá «fisuras internas» a la hora de apoyar la reforma porque el partido «tiene una posición clara». Una apreciación radicalmente distinta a la de Soraya Rodríguez, del PSOE, que considera que los diputados populares están «avergonzados» por la propuesta. Gaspar Llamazares, de IU, tachó el proyecto de «cavernario, oscurantista e inquisitorial». La oposición pide la comparecencia de los ministros Alberto Ruiz Gallardón y Ana Mato para que detallen la propuesta.