El secretario general del PP-A, José Luis Sanz, aseguró ayer que tiene la «absoluta tranquilidad y certeza de que la justicia lo pondrá todo y a todos en su sitio» y que, al igual que «nunca» se ha postulado o «autoproclamado» como candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía, tampoco ahora se «autodescarta para nada».

Así lo dijo ayer en su primera rueda de prensa desde de que el pasado jueves la Policía Judicial requisase, a raíz de una denuncia por un presunto contrato irregular, dos ordenadores en el Ayuntamiento de Tomares (Sevilla), donde Sanz es alcalde desde hace siete años. El número dos del PP-A aseguró que se siente ahora «más respaldado que nunca» por sus compañeros de partido y que, si no fuera porque él ocupa el cargo de secretario general en el partido, «hoy seguramente nadie estaría hablando de esto».

Así, ha atribuido la polémica en torno a este asunto a una «denuncia política que hace el concejal del PA y la concejala de IU y que la Fiscalía fundamenta» exclusivamente, según advirtió, en las declaraciones de esta concejala y «de dos exconcejales del PP que ya no van en la lista de esta última legislatura». «Ese es el fundamento de la denuncia que hace la Fiscalía», enfatizó para criticar que no se le haya tomado declaración, por ejemplo, ni al secretario ni al interventor municipal del Ayuntamiento, algo que, para Sanz, hubiera sido «muy lógico».

Es por eso por lo que, según explicó, no piensa exigir dimisiones «por el momento» a los tres concejales de su corporación que han sido llamados a declarar como imputados por la Fiscalía.