Rafael Hernando le ha hecho un gran favor al líder de Ciudadanos. Albert Rivera ya tiene grito de guerra para la campaña. Para la andaluza y para las siguientes. Si el dirigente popular pretendía ridiculizarlo al hablar del catalán como «el Naranjito», la jugada le ha salido justo al revés. No es sólo que Rivera no dudara en fotografiarse con la mítica mascota del mundial de fútbol de España´82, sino que ayer sus simpatizantes le recibieron en Almería al grito de ¡ese Naranjito!, a lo que el protagonista respondió «menos mal que nos lo tomamos con humor». «Somos un rival muy incómodo porque nos atacan y nos reímos y nos lo pasamos bien», afirmó. A lo que habría que añadir que su imagen sale reforzada.