Objetivo número uno: la lucha contra el desempleo

El paro volverá a marcar la evolución de la legislatura. El nuevo departamento de Susana Díaz se enfrenta a la necesidad impostergable de rebajar la tasa de desempleo que soporta la comunidad, que puntúa actualmente por encima del 34 por ciento. La cifra rebasa la media nacional e, incluso, está tres puntos por encima de la de hace cuatro años. Uno de cada tres andaluces en edad y disposición de trabajar no lo hace. Cualquier aumento en esta casilla dejaría a la comunidad al borde de la parálisis.

La recuperación de las infraestructuras

Después de cuatro años con los presupuestos ajustados, la Junta de Andalucía está obligada a hacer encaje de bolillos e invertir para mover ficha en los proyectos que tiene paralizados. En Málaga, y tras la inauguración de los primeros tramos, se impone un nuevo avance con el metro y el inicio del corredor ferroviario.

Estímulos para el turismo

La buena marcha del turismo no puede llevar a bajar la guardia. La administración autonómica tendrá que aumentar su celo para evitar que el único sector que vuelve a dar verdaderos indicios de vida se anquilose o deje el terreno libre para el crecimiento de los destinos competidores. En este sentido, se impone la continuidad del Plan Qualifica de la Costa del Sol y la alianza para romper con la estampida de turistas que se produce anualmente a partir del fin del verano.

Saneamiento integral y política de aguas

La depuración de las aguas de la Costa del Sol no admite nuevas dilaciones. La Junta se enfrenta en este ámbito a la amonestación de la Unión Europa, que ha puesto fecha límite para que se completen las inversiones. La administración cobra un recargo en la factura del agua establecido en teoría para financiar las obras pendientes. La totalidad de la recaudación no se ha usufructuado.

Tensión con Madrid

El gabinete que configure Susana Díaz deberá aprender a mejorar las relaciones con el Gobierno y resolver los numerosos desencuentros que colean desde la última etapa. Entre ellos, la armonía en proyectos legislativos paralelos y contradictorios, como es el caso del encaje de la reforma de la ley de costas con el decreto litoral propulsado por IU en la administración autonómica. También está pendiente de solución la confrontación en torno al déficit.

Diversificación de la economía

Andalucía no puede permitirse un nuevo periodo con una única carta para el progreso económico. La reactivación de la construcción y de la industria, junto a las nuevas tecnologías y la agricultura, son algunos de sus retos.

Corrupción y proyección exterior

La región precisa de una nueva imagen que rompa definitivamente con la intricada tesela de la corrupción institucional de los últimos años. La tolerancia, en este caso, es cero.