El exconsejero de la Junta de Andalucía José Antonio Viera abrirá mañana, con su comparecencia ante el Supremo, el "desfile" de aforados que declararán ante este tribunal por el caso de los ERE a lo largo de los próximos días, entre ellos los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

El próximo 9 de abril llegará el turno de Griñán; el 14 de abril comparecerá Manuel Chaves; el 16 de abril, Gaspar Zarrías, y el 21 de abril, Mar Moreno. El expresidente de la Junta Manuel Chaves y los exconsejeros José Antonio Viera y Gaspar Zarrías son diputados y Griñán y Mar Moreno son senadores.

Los cinco ex dirigentes de la Junta de Andalucía implicados en la causa comparecerán ante el magistrado Alberto Jorge Barreiro como imputados porque no cabe otra posibilidad -la única alternativa sería que acudieran como testigos, lo que no les permitiría ser acompañados de abogado-.

Su comparecencia será voluntaria para que se decida si existen motivos o no para pedir el suplicatorio contra ellos al Parlamento, de manera que los cinco aforados comparecerán voluntariamente utilizando la posibilidad que la ley abre para que puedan despejar sospechas sin que sea necesario pedir el suplicatorio o que suceda lo contrario, que el Supremo decida abrir causa contra ellos.

El pasado mes de noviembre el Supremo decidió investigar la posible implicación en el caso de los ERE de los aforados que ahora deben comparecer.

La presidenta andaluza, Susana Díaz, ya dijo en aquel momento que confía en la "honestidad y honradez" de Chaves y Griñán, pero añadió que si se imputa algún delito a un aforado "sería la primera en pedirles que abandonen el escaño", algo que también ha prometido que hará el líder socialista, Pedro Sánchez.

Junto a este factor, se da la circunstancia de que el jueves 16 de abril se constituirá el nuevo Parlamento de Andalucía tras los recientes comicios, lo que podría llevar a que decayera el aforamiento de José Antonio Griñán si el PSOE no le nombra senador por designación autonómica.

Manuel Chaves presidió el Gobierno andaluz desde 1990 a 2009 y José Antonio Griñán lo hizo desde esa fecha hasta agosto de 2013, cuando dimitió para evitar la "erosión" que el caso de los ERE fraudulentos podía suponer para la Presidencia de la Junta de Andalucía.