El 60 por ciento de andaluces, 5.048.170 personas, no pueden disfrutar de una semana de vacaciones al año; el 53,9 por ciento no participa en actividades como son el deporte, cine o conciertos; o el porcentaje de andaluces que no pueden mantener la casa a una temperatura adecuada se ha duplicado desde el año 2013, situándose en la actualidad en el 16 por ciento. Estos son algunos de los datos que se desprenden del informe que sobre pobreza invisible en Andalucía ha presentado este viernes la Red andaluza de lucha contra la pobreza y la exclusión social (EAPN-A) en el marco de la campaña 'La pobreza invisible', cuyo objetivo es visibilizar la pobreza el ciudadano no percibe.

Según el presidente de la EAPN-Andalucía, Manuel Sánchez, se trata de una campaña de sensibilización, capacitación e incidencia política que estará en marcha durante todo 2016, con el objetivo de visibilizar aquella pobreza que la ciudadanía andaluza no percibe, y que trata algunas realidades como la cultura, el ocio, las emociones, las condiciones de vida o el acceso a las TIC's. Una de sus primeras acciones se pone en marcha el martes 15 de marzo, cuando la marquesinas para paradas de autobús de Sevilla, Málaga, Jerez de la Frontera y Cádiz muestren hasta el 31 de marzo los pósters sobre esta campaña, que también contempla varios seminarios y una ronda de contactos con partidos políticos y ayuntamientos.

Asimismo, Sánchez, que durante el acto ha estado acompañado por Isabel Viruet, miembro de la Junta Directiva de la EAPN-Andalucía, ha recordado la tasa de riesgo o exclusión social en la comunidad asciende a un 42,3 por ciento, pero que "pese a ellos, solo el 26% de los andaluces --2,2 millones-- perciben que la pobreza alcanza los datos oficiales, reflejado en la Encuesta de Realidad Social de Andalucía (ERSA) en 2013", un extremo que considera "está mal porque lo vivimos diariamente".

Además, ha afirmado que se trata de la pobreza que "se vive de puertas para adentro, con las persianas bajadas y las puertas cerradas", y que muchas personas "sienten vergüenza porque desde el Gobierno se nos dice que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, lo que conlleva que muchas se sientan culpables de su situación de pobreza", una situación que, a su juicio, "se erradica cuando se visualiza".

Así, asegura que en la actualidad "hablar de pobreza invisible es hablar también del acceso a la cultura y al ocio", y en este sentido ha recordado que "el 53,9 por ciento de andaluces no participan en actividades como el deporte, cine o conciertos, según la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto de Estadísticas y Cartografía de Andalucía (IECA) en 2014, con una mayor incidencia en la población de entre 45 y 64 años, con un 57,7%. En este contexto, llama la atención el alto por porcentaje de persona de la comunidad que no puede disfrutar de una semana de vacaciones al año el cual se ha mantenido por encima de la media española durante más de diez años, a fecha de 2014; estos datos reflejan una diferencia porcentual de más de 13 puntos entre Andalucía y España.

Siguiendo con el ocio, el 32,3 por ciento de los adultos andaluces (287.877) no se reúne con familias o amigos para comer o tomar algo ni siquiera una vez al mes, aunque esta tasa sube hasta el 36,6 por ciento en el caso de adultos con una edad comprendida entre los 45 y 64 años. Además, y en el caso de la cultura, los andaluces con más dificultades de renta acceden un 50,11% menos a la cultura (bibliotecas, museos, teatros, ferias de libros, etcétera) que aquellos con renta de niveles confortables, afirma, al tiempo que señala que "también es pobreza que los jóvenes universitarios dejen sus estudios porque no puedan pagar tasas o másteres".

En Andalucía existe también una "clara pobreza en las viviendas", según la Red, que recuerda que aunque "en los últimos meses la pobreza energética haya cobrado cierto protagonismo en la opinión pública, es necesario ir más allá, pues existe en general en la comunidad un pobreza de suministros (agua, condicionales habitacionales, hacinamiento, etcétera). Así, Sánchez expone que el porcentaje de andaluces que no pueden mantener la casa a una temperatura adecuada (18º en invierno o 25º en verano) "se ha duplicado desde 2013, cuando apenas superaba el 8%, mientras que en la actualidad afecta al 16%".

Del mismo modo, apunta que "más de 1,5 millones de andaluces invierten más del 10% de sus ingresos en energía", y que el número de personas que tienen retrasos en el pago de gastos relacionados con sus viviendas (hipoteca, alquiler, recibos de gas, de comunidad, etcétera) "se ha duplicado desde que comenzara la crisis en 2008, incrementándose un 54,6%). "Vivir con esta pobreza tiene consecuencias directas en los integrantes de las viviendas, causando afecciones a la salud, disminución del rendimiento físico y académico, problemas sociales y relacionales (intra y extrafamiliares), degradación de los edificios, incremento de las emisiones de CO2 (con efectos sobre la salud pública) y deuda excesiva).

Por su parte, Isabel Viruet ha manifestado que la pobreza emocional "es completamente transversal a la situación de la persona que vive en situación de pobreza y exclusión social", y afecta sobre todo a niños y mayores. Según diversos estudios, "cuanto más tiempo permanece en la pobreza el niño de nueve años, mayor es su exposición a riesgos para la salud mental a los 13 años", y afirma que "están surgiendo nuevas formas de pobreza como la incertidumbre del presente y el miedo al futuro". Igualmente, lamenta que "un 34,2% de los andaluces no pueden gastarse una pequeña cantidad en uno mismo cada semana porque no puede permitírselo u otras razones, según el IECA, a fecha de 2014".

Finalmente no se puede olvidar el acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, pobreza TIC's: en Andalucía 759.075 viviendas no disponen de acceso a Internet; de ellas, el 36,1 por ciento indican que no tienen acceso debido al elevado coste y el 50,6 por ciento por pocos conocimientos, según datos del IECA en 2014. Pese a no existir datos, cabe recordar que existe una discriminación en las propias ciudades donde el acceso al wifi gratuito tan solo está disponible en determinas zonas, excluyendo a las bolsas poblaciones más desfavorecidas.

Según el análisis elaborado por EAPN-A, el porcentaje de andaluces que no pueden disponer de un ordenador personal permanece por encima de la media española desde 2004. En la actualidad, el 10,4 por ciento de los andaluces no disponen de un ordenador personal.

Isabel Viruet ha resaltado la exclusión social en la que viven muchas zonas de la comunidad y ha apostado por "seguir avanzando para mejorar nuestros entornos haciéndolos más inclusivos a la ciudadana con el objetivo de contar con los andaluces más formados y conectados con la sociedad que le rodea".