Fin del panga. Victoria de los padres. La Junta de Andalucía, que defendía el consumo de este pescado porque cumplía con todos los requisitos sanitarios y además no tiene espinas, ha accedido a promover la retirada del panga de los menús escolares tras las reiteradas peticiones de las familias. La consejera de Educación, Adelaida de la Calle, informó ayer de que elevará esta petición a las empresas de catering que ofrecen servicio a los centros públicos de la comunidad autónoma y que aún no han tomado la decisión por sí mismas para promover la supresión de este pez en sus platos.
La cruzada antipanga se inició en Torre del Mar. Como adelantó La Opinión de Málaga, una madre, Carolina Espejo, tuvo la iniciativa de colgar una petición en la plataforma Change.org que sirvió para recoger miles de firmas y promover la unión de otros cinco colegios de la zona para reclamar a la Administración la supresión de este pescado y de la tilapia, de cuyos valores nutricionales dudan, aunque no exista alarma alimenticia alguna.
El éxito de la iniciativa, unido a la decisión de una gran superficie de dejar de vender panga en sus supermercados e hipermercados, junto también a la opinión de expertos, dietistas, nutricionistas, pediatras y hasta los acuicultores, que no dudaron en calificar el modelo de cría de panga en el río Mekcom (Vietnam) de «porquería», ha hecho que las distintas empresas de catering hayan atendido a las familias y retirado este pescado muy asiduo en los menús escolares hasta ahora. De hecho, según De la Calle, de las 37 empresas de catering que presentan servicios en los comedores, sólo tres lo mantienen.
La consejera respondía ayer así a una pregunta del Grupo Popular en la Comisión de Educación del Parlamento de Andalucía. De la Calle añadió que las empresas que han dejado de servir panga lo han hecho «voluntariamente», si bien recordó que «no hay en la actualidad ninguna alerta sanitaria para la población general ni para los niños en edad escolar».
En este sentido, la titular de Educación en la Junta de Andalucía subrayó que los comedores públicos siguen todas las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Salud. Del mismo modo, De la Calle explicó que las empresas de catering han tomado esta decisión como respuesta a la demanda de los padres y madres, «que tienen todo el derecho del mundo a pedir lo que entienden que es mejor para sus hijos, igual que nosotros, como administración, estamos obligados a hacer todo lo posible para que así sea».
La polémica por el consumo de panga también ha llegado al ámbito sanitario, y se ha suprimido de los menús hospitalarios.
