Cada año más de 14.000 andaluces sufren un ictus, lo que sitúa a la comunidad autónoma en el primer puesto en lo que a accidente cerebrovasculares se refiere, siendo un 36% superior a la media española. Son datos de la Asociación de Pacientes Anticoagulados y Coronarios de Málaga (APAM), que el jueves celebra unas jornadas cuyo fin es informar y formar a pacientes anticoagulados y coronarios para que controlen bien su tratamiento y evitar el riesgo de sufrir un ictus.

Este trastorno brusco de la circulación cerebral, que altera la función de una determinada región del cerebro, tiene un gran grado de afectación precisamente en los pacientes anticoagulados, ya que de cada tres de estas personas, una lo sufrirá.

Según datos de la Sociedad Andaluza de Neurología, el ictus es la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad permanente en los adultos en los países occidentales. Además, es la primera causa de mortalidad en las mujeres y la tercera en varones.

El estrés, la hipertensión, el colesterol y ser una persona anticoagulada sin control hace que aumenten notablemente las probabilidades de padecer un ictus. «Los anticoagulados tenemos más papeletas que alguien sano, pero eso no quita que una persona sin riesgo lo padezca», señala la presidenta de APAM, María Victoria Martín, que recuerda que las secuelas no son menos importantes, llegando a un 40% aquellas que inhabilitan.

Por este motivo, alerta de la importancia de prevenir este accidente, primero en las personas que no cuidan su salud o con malos hábitos como el tabáquico, y segundo en aquellos que padecen alguna patología previa que pueda desencadenarlo, como las personas anticoaguladas.

En este sentido, recuerda que la mayor parte de estos pacientes que padecerán un ictus lo harán por presentar una fibrilación auricular no valvular. Ante la alta prevalencia de estos casos, la asociación va a poner este miércoles una mesa informativa en el Hospital Clínico de Málaga donde todas las personas que quieran podrán hacerse de manera gratuita un test que en segundos dice si existe o no este tipo de arritmia cardiaca. Los interesados podrán llevarse a casa los resultados de la prueba para mostrarlos a su médico de cabecera. La prueba, mediante un moderno dispositivo, es la segunda vez que se emplea en este país, según cuenta la presidenta de APAM.

Además de los pacientes anticoagulados, que deben llevar un control riguroso porque no deben pasarse en su medicación ni quedarse cortos, tanto por riesgo de trombosar como por el riesgo de hemorragia, hay más pacientes con más alta probabilidad de tener un ictus por estar anticoagulados, como los pacientes coronarios con prótesis (una válvula), aquellos que tienen una trombosis pulmonar o aquellos que tienen otro problema de salud, como lupus.

Discapacidad

Según datos de la última Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia, unas 330.000 personas tienen discapacidad por ictus en nuestro país. Por un lado, supone un porcentaje importante de las muertes en los países industrializados y por otro, es el responsable de una gran carga de discapacidad en la comunidad.

La Sociedad Andaluza de Neurología advierte de que el tratamiento del ictus en su fase aguda ha incorporado nuevos avances que hacen necesaria una constante actualización de los modelos organizativos para su atención. Determinados pacientes con ictus requieren de tratamientos avanzados en más especializados denominados Centros de Referencia de Ictus, en donde es posible realizar tratamientos endovasculares del ictus o trombectomía (procedimiento para extraer el trombo de la sangre).

En pacientes seleccionados, la trombectomía ofrece al paciente el doble de probabilidades de evitar secuelas discapacitantes a largo plazo que con el tratamiento convencional. Este tipo de tratamientos y Centros de Referencia exige un esfuerzo organizativo importante para el Sistema Sanitario. Aunque recientemente se han puesto en marcha Unidades de Ictus y la posibilidad de trombectomía 24 horas al día en varios centros hospitalarios andaluces, «siguen existiendo grandes áreas de Andalucía con insuficiente cobertura de estos tratamientos avanzados, siendo necesario aumentar el número de centros con Unidades de Ictus y trombectomía para poder ofrecer estas opciones».