El incendio que durante los últimos días ha afectado al entorno de Doñana es ya el más grande de 2017 por la superficie que ha quedado calcinada, pero las cifras están muy alejadas de los incendios más extensos y devastadores que se han registrado durante el siglo XXI.

Según datos del consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, el fuego de Moguer ha arrasado un total de 8.486 hectáreas de matorral y arbolado.

Según las cifras del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente -con datos cerrados a 31 de mayo- este año han ardido ya 38.200 hectáreas, a las que habrá que sumar el incendio de Huelva y otros conatos.

Estas cifras sitúan 2017 como el segundo año más catastrófico desde el punto de vista de la superficie quemada del último decenio, sólo superado en 2012, cuando, entre el 1 de enero y el 31 de mayo, ya habían ardido más de 60.000 hectáreas.

La superficie quemada en Moguer lo convierte en el más grande de cuantos se han producido este año, durante el que se han registrado cuatro grandes incendios -aquellos que calcinan más de 500 hectáreas-.

Los anteriores habían sido el de Candelario (en la Sierra de Béjar, Salamanca), que arrasó 500 hectáreas de monte bajo y matorral mes de enero; el del Jerte (Cáceres), que quemó en abril 945 hectáreas de matorral, pastos y robledal; y el de Tebaida berciana (León), que arrasó 1.100 hectáreas el pasado mes de abril.

Zona de gran valor ecológico

Aunque la superficie forestal afectada por las llamas está muy alejada de las cifras de los incendios más devastadores de las últimas décadas, el incendio ha sido excepcional por el valor ecológico de la zona afectada y por su proximidad al Parque Nacional de Doñana, uno de los más emblemáticos y sensibles de Europa.

El más grande en lo que va siglo, en cuanto a número de hectáreas quemadas, ocurrió en 2004 en las Minas de Riotinto, en la provincia de Huelva, donde ardieron -entre el 27 de julio y el 4 de agosto-, casi 30.000 hectáreas de superficie forestal y costó la vida a dos personas.

Por otra parte, un total de 28.879 hectáreas quedaron calcinadas en 2012 por un fuego que tuvo su origen en la localidad de Cortes de Pallás (Valencia) y que coincidió en el tiempo con otro iniciado en la también localidad valenciana de Andilla y que arrasó un total de 20.065 hectáreas.

En Tejeda (Las Palmas) el fuego arrasó 18.673 hectáreas en 2007, y también en Canarias, en Los Realejos (Santa Cruz de Tenerife) las llamas quemaron 16.821 hectáreas julio de 2007 y afectaron a una parte del Parque Nacional de Las Cañadas del Teide.

El más dramático del siglo XXI fue el ocurrido en julio de 2005 en Ribas de Saelices (Guadalajara), donde el fuego devoró 12.733 hectáreas de superficie forestal y causó la muerte de once trabajadores forestales.

Por encima de las 10.000 hectáreas quemadas está también el ocurrido en Castrocontrigo (León) en septiembre de 2012, cuando el fuego arrasó 11.592 hectáreas.