Los trece linces que no pudieron ser evacuados este domingo en el centro de cría de El Acebuche, del Organismo Autónomo Parques Nacionales, han sido localizados después de que en la tarde de este lunes se haya hallado el rastro de los dos últimos ejemplares que quedaban por encontrar tras haber rescatado a los once restantes a lo largo de la mañana.

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente confirmó que once de los trece linces que no pudieron ser evacuados este domingo en el centro de cría de El Acebuche, del Organismo Autónomo Parques Nacionales, habían sido hallados pero quedaban dos por localizar.

Según ha informado a Europa Press fuentes del mismo Ministerio, la tarde de este lunes se ha localizado el rastro de los dos linces que quedaban en los alrededores del centro de cría. Con el apoyo del LIFE Iberlince de Andalucía, se han instalado jaulas a modo de trampa en el perímetro para proceder a su captura y rescate.

Además, durante la mañana de este lunes se ha autorizado el regreso de los 14 linces que fueron evacuados este domingo del centro de cría a consecuencia del incendio forestal que se declaró este sábado en Moguer (Huelva) y que llegó a las puertas del Parque Nacional de Doñana y hasta apenas dos kilómetros del centro.

El Ministerio considera que el incidente no afectará significativamente al programa de cría en cautividad del Organismo Autónomo Parques Nacionales, que dispone de dos centros de cría, este de El Acebuche y el de Zarza de Granadilla (Cáceres).

Por otro lado, 'Homer', una de las hembras de lince ibérico reproductoras del centro de cría en Cautividad de El Acebuche murió este domingo probablemente como consecuencia del estrés sufrido durante la captura y el transporte por el desalojo.

En el escaso tiempo del que se dispuso se pudieron capturar nueve ejemplares adultos (cinco machos y cuatro hembras) y a todos los cachorros (cinco), permaneciendo allí en sus recintos-jaula 13 ejemplares adultos, que no pudieron ser capturados y a los que de acuerdo con el protocolo, se les dejó la puerta abierta para que pudiesen escapar en caso de que el fuego o el humo llegara a afectarles.