La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, reivindicó ayer el turismo de calidad como «oportunidad» para Andalucía, mientras que el coordinador general y portavoz parlamentario de IULV-CA, Antonio Maíllo, advirtió de la existencia de una «burbuja» en el sector. Fue en el transcurso de la sesión de control al Gobierno andaluz en el Pleno del Parlamento, donde el líder de IU Andalucía afirmó que en el turismo en la comunidad autónoma se da un caso de «burbuja de manual» como la que se dio en el sector inmobiliario, y sentenció que «el turismo no puede crecer más porque no está creando empleo».

«Se están creando contratos, pero no empleo», matizó Maíllo, que lamentó que «los contratos dignos se han desguazado», y alertó de la existencia de una «economía sumergida» y de casos de «fraude» en el empleo, relatando casos particulares de trabajadores como camareras de piso.

Al respecto de este colectivo, Maíllo llamó la atención acerca de que, «en 2013, una camarera de piso ganaba de media 1.200 euros al mes con jornadas de ocho horas diarias», mientras que ahora cobra «entre 500 y 600 euros, vinculados a la consecución de unos objetivos que obligan a estar entre diez y doce horas trabajando».

Maíllo alertó de la existencia en Andalucía de «un ejército de parados que está presionado sobre salarios, condiciones de empleo y contratación», así como de «una profunda feminización de la pobreza», y reclamó al Gobierno andaluz medidas «para evitar los abusos y fraudes del sector turístico en este verano».

Al respecto, la presidenta de la Junta defendió que el Ejecutivo andaluz «combate las causas y palia los efectos», y que tiene la «obligación de cambiar el modelo productivo de Andalucía para que en el futuro no volvamos a sufrir una crisis tan devastadora, pero sin dejar a nadie en el camino».

Díaz dijo que no está de acuerdo con la idea de que «el turismo no da más de sí». «No se puede hacer una causa general contra todo el sector», afirmó, defendiendo que «no todos los empresarios se aprovechan de la reforma laboral de 2012», aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy, que es la que «permite que haya empresarios que estén pagando menos a las camareras de piso, porque permite el descuelgue de los convenios del sector y subcontratar empresas, y que esas no se acojan a los convenios del sector, sino a los convenios de empresa».

La presidenta pidió «rigor» a Maíllo, e instó a «denunciar a la Inspección de Trabajo» cuando se descubren casos de fraude. «El sector turístico no es un problema para Andalucía. Al contrario, es una oportunidad», apostilló la presidenta, que destacó que el turismo «aporta 19.200 millones de euros a nuestra riqueza y da trabajo a 372.000 personas», y reivindicó el «turismo de calidad», aquel que «tiene que preocuparse por sus profesionales». La presidenta indicó que el Gobierno de la Junta está trabajando a favor del turismo de calidad «al límite de nuestras competencias», y en esa línea citó líneas de incentivos y subvenciones puestas en marcha y orientadas a empresarios «que hayan creado y mantenido sus puestos de trabajo, que apuesten por la mejora de las condiciones laborales, que aplican mejoras de las condiciones sociolaborales sobre los convenios colectivos, que mantienen al 70 por ciento de su plantilla con contratos indefinidos, que ayudan a reducir las desigualdades de género y que respetan la conciliación familiar», y todo eso, según agregó, «unido a la nueva regulación o clasificación por puntos de los establecimientos».