Será que la batalla por la independencia,y tal vez sobre todo sus riesgos, ha de tener sus recompensas. El caso es que Carles Puigdemont es con una enorme diferencia el presidente autonómico mejor pagado de España. Sus casi 137.000 euros brutos anuales sobresalen en la geografía de la inmensa desigualdad retributiva entre los máximos responsables de los gobiernos regionales. Las distancias llegan tan lejos que el presidente catalán dobla el salario de la presidenta de la Junta de Andalucía sin que sea Susana Díaz el presidente peor pagado de España. Con algo menos de 65.000 ocupa el segundo lugar sólo por delante del regionalista cántabro Miguel Ángel Revilla(60.129).

La extensa casuística que cabe entre los dos extremos admite una muy matizada escala de grises en la que la jefa del Ejecutivo andaluz se sitúa más de 13.000 euros por debajo de la media nacional del presidente autonómico, elevada a 78.552,43 euros,y 16.700 por debajo de Mariano Rajoy, cuyo salario bruto anual ronda los 81.700 euros.

Puigdemont percibe al año en concepto de salario cerca de 33.800 euros más que su perseguidora más próxima, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (PP), que alcanza los 103.090 para ser junto a su colega catalán la única que supera los 100.000 euros anuales. Con ellos, el vasco Íñigo Urkullu completa el trío de máximos responsables autonómicos que cobran más que el presidente del Gobierno.

El presidente catalán percibe al año más que Javier Fernández y Susana Díaz juntos o 50.000 euros más que Rajoy, que al hablar de dinero se le oye presumir con frecuencia de que ganaría más ejerciendo su profesión de registrador de la propiedad.

El grueso se mantiene, mientras tanto, en una franja de entre los 60.000 y los 80.000 euros.