Apenas unas 200 personas seguirán pagando el Impuesto de Sucesiones en Andalucía. Esta es la cifra de andaluces que se calcula que anualmente asumirán el pago de este tributo al recibir donaciones superiores al millón de euros, lo que supone la práctica desaparición del tributo y su limitación a sólo las grandes fortunas.

El acuerdo, que elimina uno de los tributos más criticados socialmente, ha sido una condiciones impuesta por Ciudadanos al PSOE andaluz a cambio de apoyar el presupuesto de 2018. Con esta reforma se eleva de 250.000 a un millón de euros el patrimonio mínimo a tributar que se recibe de una donación. Aunque tras la reforma de hace un años el impuesto ya quedó muy disminuido, la reforma actual lo hace prácticamente inexistente para el grueso de la población de Andalucía, equiparándose a la mayoría de la regulaciones autonómicas.

La reforma significa, en la práctica, que solo el 5% de la población andaluza tendrá que pagar, una vez entre en vigor el 1 de enero de 2018. De hecho, en 2016 sólo 200 personas declararon recibir donaciones por encima del millón de euros. Esto supone que el 95% restante quedará dispensado, algo que este miércoles se encargó de anunciar y de celebrar el presidente y portavoz de Cs en el Parlamento, Juan Marín, tras la rúbrica del acuerdo presupuestario entre los socios de investidura. Una alianza que, según destacaron los partidos firmantes, garantiza estabilidad en Andalucía.

La elevación del mínimo exento al millón de euros para grupo 1 y 2 (de padres a hijos y de cónyuge a cónyuge) tendrá un impacto de 83 millones de euros que las arcas públicas dejarán de recibir, de acuerdo con las liquidaciones a 31 de diciembre de 2016, según explicó Marín.

Sin embargo, para el PP no basta. El presidente del PP en Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, sostiene que el acuerdo entre el PSOE y Cs supone «un paso adelante» aunque no es «suficiente», por lo que ayer anunció que su grupo parlamentario presentará una enmienda al Presupuesto de la Junta para 2018 para bonificarlo al 99% y situar un mínimo exento para hermanos y sobrinos.