Las universidades públicas de Andalucía decidieron el miércoles, en la reunión del distrito único andaluz, una posición común en torno a los exámenes de la próxima Selectividad y acordaron que defenderán que no haya cambios en las pruebas. «Ni un ápice», hizo ayer hincapié el vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Málaga, José Francisco Murillo. Ése es el deseo expreso de todas, sin excepción, y que defenderán el próximo lunes en Madrid en la reunión sectorial de la Conferencia de Rectores, la CRUE.

Esta sesión será clave para saber a qué Selectividad se enfrentarán los alumnos que cursan Bachillerato este curso y para comenzar a preparar estas pruebas. «Es la reunión donde se toman las decisiones que afectan a todas las comunidades autónomas», señala Murillo. Sin embargo, y como reconoció, todo dependerá de la orden del Ministerio de Educación. «Ahí puede cambiar algo, estamos esperando que salga la orden que regule la Selectividad de este año, ya que todavía no ha salido. Al menos, necesitamos conocer el borrado», explicó el vicerrector.

«Esperamos que no nos obligue a cambiar nada», reiteró Murillo. La del 2016 estaba llamada a ser la última Selectividad. Sin embargo, la derogación de la Lomce, por parte del Gobierno, y del sistema alternativo de reválidas que planteaba, significó un frenazo en seco y la introducción de algunos cambios en estas pruebas de acceso a la Universidad.

Ya ni siquiera se llama PAU, ahora es la PEVAU, y aunque se presenta con algunos cambios y novedades, los objetivos son los mismos: poner a prueba los conocimientos y competencias de los alumnos. Historia y Filosofía son las asignaturas que más novedades experimentaron. En la primera se incluyen preguntas abiertas y semiabiertas y el alumno ya no solo podrá elegir un tema del siglo XIX o el siglo XX. Filosofía, por su parte, desaparece como obligatoria.

Las asignaturas troncales y obligatorias siguen formando parte de la fase general (ahora de acceso), es decir, Análisis de Texto de Lengua Castellana, Comentario de Texto Histórico y Análisis de Texto de Lengua Extranjera, así como una asignatura optativa de su opción de Bachillerato.

La fase de admisión sirve para subir nota. El alumno se puede examinar hasta de cuatro asignaturas, que tienen que estar relacionadas con la carrera a la que aspira. El tribunal solo considerará las dos mejores calificaciones. El objetivo es arañar una décimas.