La Junta de Andalucía y el Gobierno de Gibraltar acordaron ayer iniciar una etapa de colaboración y de trabajo conjunto, con mesas sectoriales, para hacer del brexit una «oportunidad» tanto en la zona del Campo de Gibraltar como en la colonia británica y que los ciudadanos no se vean perjudicados por las consecuencias que acarree la salida del Reino Unido de la UE.

Durante su comparecencia tras reunirse con la presidenta andaluza, Susana Díaz, el primer ministro gibraltareño, Fabian Picardo, consideró que hay que trabajar conjuntamente, en «clave positiva», para asegurarnos de que el brexit presenta «más oportunidades que peligros».

Cuestionado sobre si el futuro abandono del Reino Unido de la UE podría conllevar algún cambio en la frontera y los controles, indicó que Gibraltar «no está por la labor de poner controles en la frontera, aunque estemos fuera de la Unión Europea, que generen dificultades para los ciudadanos que entren y salgan, y que lo hacen hoy con plena normalidad». Así, señaló que «todas las administraciones relevantes están hablando de seguir teniendo fluidez en la frontera».

De otro lado, preguntado sobre si en la reunión se había hablado de una posible cosoberanía, Picardo respondió que en modo alguno. «Si queremos contarnos chistes, nos los contamos», añadió en modo sarcástico. «Gibraltar nunca va a discutir su soberanía con nadie más que con el Reino Unido, y vamos a permanecer plenamente en el Reino Unido», sostuvo. Indicó además que él no había ido a Sevilla «a hablar de esos temas» .

Por parte del Gobierno andaluz compareció el vicepresidente de la Junta Manuel Jiménez Barrios, quien consideró que la reunión entre Susana Díaz y Fabián Picardo había sido «absolutamente cordial, larga e intensa», y que se podía definir como de «inicio de normalidad». Así, quiso dejar claro que la principal preocupación del Ejecutivo andaluz es la defensa de los intereses de los ciudadanos del Campo de Gibraltar.