La parroquia de Nuestra Señora de la Granada del municipio sevillano de Guillena acogió ayer el multitudinario funeral celebrado en memoria del cabo primero de la Guardia Civil Diego Díaz, el malagueño fallecido al ser arrastrado por el arroyo Galapagar cuando auxiliaba al conductor de un vehículo. El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, destacaron su ejemplo, profesionalidad y entrega.

Tras el cierre de la capilla ardiente a mediodía en el Centro Cívico La Estación, donde Zoido y el director general de la Guardia Civil, José Manuel Holgado, colocaron sobre el ataúd la medalla de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con Distintivo Rojo, y la medalla de oro de Protección Civil a título póstumo, el féretro se dirigió a la parroquia. Sus compañeros lo llevaron a hombros hasta el interior del templo, seguidos de la familia, para la misa funeral en la que numerosos vecinos y autoridades, así como miembros de la Policía Nacional y Local, despidieron al guardia civil que desempeñara su labor en Guillena durante 15 años. Zoido destacó la«entrega» de este cabo que ha estado «sirviendo y atendiendo los intereses de este pueblo, pero también de Andalucía y de España, llegando a perder la vida en ello». «El que haya perdido la vida demuestra como es la Guardia Civil, ya que es responsabilidad, es honor, servicio y servir hasta cuando tienen que poner en riesgo su propia vida y aquí no solo la ha puesto en riesgo sino que la ha perdido», dijo Díaz. Para Zoido, «es el momento de acompañar a su familia, a sus compañeros de la Guardia Civil, a todos su amigos y al pueblo de Guillena ante la pérdida de un agente que defendía la seguridad y la libertad de todas las personas». «Me siento orgulloso de la Guardia Civil y de las Fuerzas de Seguridad», concluyó.

En la misma línea, Susana Díaz destacó que el guardia civil ha sido «un ejemplo de una persona al servicio de la seguridad y la protección de los demás ciudadanos, dando su vida por salvar la de otra familia». Reconoció «su entrega, compromiso y valor». «En nombre de todos los andaluces, tal como se lo he manifestado a su madre, sus hermanos y su familia, traslado el sentir y el cariño del pueblo de Guillena que se ha volcado, pero también desde toda Andalucía han llegado muestras de condolencia, como desde Málaga, de donde era», añadió. Añadió que hay que agradecer «todos los días» a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, a la Guardia Civil, la Policía Nacional y a los cuerpos de emergencias que «arriesgan su vida», por actuar para «salvar la vida de los demás, como lo hizo Diego Díaz hasta el último minuto». Tras la misa en la localidad sevillana los restos del agente fueron trasladados a Málaga, donde se celebrará hoy la misa funeral a partir de las 13.00 horas en Parcemasa.

No fueron los únicos reconocimientos que recibió el agente. La junta de gobierno del Colegio de Abogados de Málaga acordó ayer concederle la distinción colegial a título póstumo. La corporación reconoce con este distintivo la labor de servicio público de Diego Díaz, colegiado no ejerciente desde el año 2014. La junta de gobierno del colegio reconoció la figura «de este ciudadano ejemplar que no dudó en poner en riesgo su vida para ayudar a otras personas».