El consejero de Empleo, Javier Carnero, informó ayer de que la revisión de la contabilidad de la Faffe revela devoluciones por valor de 23.000 euros entre 2004 y 2008, que se habrían producido para compensar gastos personales del que fuera director gerente, Fernando Villén, con la tarjeta que tenía.

Esta cifra, aportada este martes por el consejero en su comparecencia extraordinaria en el Parlamento para abordar el uso de las tarjetas de la Fundación Andaluza de Formación y Empleo (Faffe), se une a los 15.000 euros que presuntamente se gastaron en 2010 en un club de alterne de Sevilla y en varias comidas, también con la tarjeta de Villén.

El consejero entiende que esos 23.000 euros de devoluciones se hicieron «para compensar disposiciones de dinero del señor Villén para temas personales, con cargo a la tarjeta que tenía para gastos relacionados con su desempeño profesional», por lo que dieron traslado al gabinete jurídico.

Las explicaciones del consejero no contentaron a los grupos de la oposición y acercan la aprobación de una comisión de investigación sobre este asunto, ya que Ciudadanos anunció que no se opondrá a la petición que registró el PP (que apoyan también Podemos e IU, por lo que sumarían mayoría) y además registrará otra petición que se ciñe al uso de las tarjetas.

Carnero explicó que Villén dispuso de dos tarjetas con dos entidades diferentes, pero no al mismo tiempo, la primera de ellas con la desaparecida Caja San Fernando, que todavía no ha respondido de forma oficial a la información solicitada, por lo que aún no pueden conocer en qué concepto se hicieron esas devoluciones. Desde esa entidad, convertida después en Cajasol y absorbida más tarde por LaCaixa, únicamente hubo un correo electrónico enviado por personal de la caja con un documento Excel que contenía «información no verificable e inconexa» de los extractos relativos a la cuenta y a la tarjeta, añadió.

En la segunda tarjeta, de Unicaja, sí se remitieron esos extractos bancarios a la Junta, que los derivó al juzgado.

Carnero, que ha negado en reiteradas ocasiones que ocultara información al Parlamento sobre el uso de estas tarjetas, se enfrentó ayer a las duras críticas de la oposición, que mantuvo su petición de que sea cesado por mentir. «De ocultación nada de nada, la información se ha ido aportando en tiempo y forma según los datos de los que íbamos disponiendo», manifestó el consejero, quien reseñó la necesidad de cumplir la ley porque «otra cosa habría sido una irresponsabilidad».

Defendió que le da igual «confusión, error involuntario o despiste crónico» porque «nada puede justificar el uso indebido de dinero público», a la vez que garantizó que llegarán «hasta el final» a la hora de exigir responsabilidades a Villén.

«No nos han convencido»

El líder de Ciudadanos, Juan Marín, que había dicho que esperaría a escuchar la comparecencia antes de decidir si apoyaba o no la comisión de investigación propuesta por el PP, alertó de que con esta cifra se hablaría ya de casi 40.000 euros «y no se sabe hasta dónde pude llegar este asunto». «No nos ha convencido, creo que a nosotros ni a nadie», dijo antes de anunciar que ellos también van a pedir una investigación sobre las tarjetas, y que no se opondrán a la del PP, por lo que esperan que pueda aprobarse en septiembre si no hay elecciones anticipadas.

La diputada del PP Teresa Ruiz Sillero criticó la «incongruencia» del consejero porque sabe que hubo 23.000 euros «para gastos personales» de Villén pero desconoce «en qué» los invirtió, por lo que le acusó de seguir «en la línea de ocultar información». Reclamó a Carnero que presente su dimisión y le afeó que no haya dado ningún dato nuevo sobre el pago en el club de alterne para devolver el dinero gastado con la tarjeta.

Por parte de Podemos, Jesús Romero también ahondó en la acusación de ocultar información al Parlamento «que era conocida» por el consejero, por lo que criticó que sea él quien decide «lo que el Parlamento debe conocer y no debe conocer».

Por último, la diputada de IU Elena Cortés volvió a pedir a Susana Díaz que destituya al consejero porque es «terriblemente grave la ocultación de información que se dio al Parlamento», lo que achacó a una actitud de «dejar pasar el tiempo» en la Consejería.