El director de marketing de Virgin Hyperloop One, Ryan Kelly, ha afirmado este jueves, en una entrevista con EFE, que la compañía de transportes espera que su servicio comercial esté disponible durante la segunda mitad de la década de 2020, ya que prevé tener terminada su primera línea en la India en 2026.

Virgin Hyperloop One ha presentado su proyecto en el South Summit 18, evento celebrado en Madrid, después de cerrar un acuerdo con Adif y el Gobierno para la creación de un centro de investigación en Bobadilla, lo que supondrá una inversión de 432 millones de euros para la zona.

La construcción de este centro se desarrollará durante 2019 y ha convertido a España en el primer país europeo en el que desembarca la empresa, que, según Kelly, espera crear entre 200 y 300 empleos "altamente cualificados" para 2020 en la región.

Kelly ha explicado que han elegido Málaga por el gran interés mostrado por el gobierno regional y "la gran cantidad de talento y empresas dedicadas al transporte" que se encuentran en los alrededores.

Uno de los primeros obstáculos para su desarrollo es la necesidad de una regulación al respecto, trámite que según Kelly, se encuentra a un alto nivel de desarrollo en zonas como Estados Unidos: "Es realmente emocionante, hace cuatro años estábamos en un garaje y ahora trabajamos con la Autoridad Ferroviaria en el Senado".

El director de marketing ha explicado que la compañía está trabajando en una regulación que aspira a ser global para evitar los problemas a la hora de la internacionalización de las líneas que ocurrieron con el tren y sus diferentes anchos de vía.

"Para nosotros, lo más importante es garantizar la seguridad de los pasajeros", ha afirmado a la vez que ha incidido en la posición de colaboración con los distintos gobiernos que tiene la compañía.

"Estamos creando una nueva categoría de transporte y tenemos que ser muy responsables para no crear preocupaciones en los ciudadanos y en los gobiernos", ha explicado Kelly.

Uno de los principales desafíos para Hyperloop es cómo atraer los ciudadanos a este nuevo tipo de vehículos: "No puedes simplemente preguntar 'quién quiere ser disparado a 1.200 kilómetros hora' porque no se va subir nadie" ha bromeado.

"Es importante que la gente sepa que la fuerza G - el nivel de resistencia que el cuerpo del pasajero va a notar durante el trayecto - es igual que la de un tren de alta velocidad", lo que implica que el pasajero podrá levantarse como si estuviera en un avión.

Además, Kelly ha añadido que el hecho de estar en un tubo limita el tipo de percances que pueden afectar a la cabina porque no pueden cruzarse con otros vehículos -los tubos funcionan en un único sentido-.

Otro de los aspectos por lo que el director de marketing ha afirmado que cree que se puede revolucionar el transporte es porque aspira a eliminar los horarios de salida: "Nuestras cabinas son autónomas, por lo que una vez que estén llenas, podrían salir", afirma.

Para ello, uno de los desafíos es gestionar los datos de pasajeros y cabinas para adecuar la disponibilidad de estas a la demanda.