En marzo de 2015, el PSOE de Susana Díaz volvió a ganar las elecciones autonómicas al Parlamento de Andalucía al conseguir 47 diputados, con el 35,43% del total de los votos. Tras adelantar un año la fecha de las votaciones andaluzas - alegando la "desconfianza" hacia sus socios de Izquierda Unida Los Verdes y sumado a la inestabilidad que presentaba el Ejecutivo- en esta ocasión, los socialistas obtuvieron los mismos representantes que en las elecciones de 2012, cuando el Partido Popular de Javier Arenas obtuvo la mayoría simple en el Parlamento andaluz con 50 diputados y el 40,66% de los votos.

Tras imponerse en el hemiciclo en 2012 con la mayoría de escaños- pero sin conseguir gobernar por la falta de apoyos- tres años después, en las décimas elecciones andaluzas de 2015, el Partido Popular liderado en esa ocasión por Juanma Moreno, fue la agrupación más perjudicada. La irrupción de los nuevos partidos Podemos, dirigido por Teresa Rodríguez, y Ciudadanos, con Juan Marín a la cabeza, provocaron que 17 de sus 50 escaños se esfumasen, sumando sólo 33. Un duro golpe del que el partido intenta recuperarse este 2 de diciembre.

Por otro lado, el estreno de estos nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, en el Parlamento andaluz sumaron 24 escaños. 15 para la formación morada y 9 para la naranja. Izquierda Unida, capitaneado por Maillo, mantuvo su representación en la Cámara pero solo con 5 diputados.

En Málaga, el Partido Socialista obtuvo seis parlamentarios (30,11% de votos), superando al Partido Popular (28,34%), que dejó de ser la primera fuerza en la provincia pese a que la lista la encabezó su candidato a presidir la Junta, Juanma Moreno. Además, irrumpieron Podemos (15,08%) y Ciudadanos (11,78%), que dejaron a IU como quinta fuerza política (7,37%).

Con 17 escaños a repartir en Málaga, los socialistas perdieron en 2015 un diputado respecto a 2012, quedando con un total de seis: Luciano Alonso, Beatriz Rubiño, José Sánchez Maldonado, Marina Bustinduy, Francisco José Vargas y María Nieves Ramírez.

Por su parte, el Partido Popular pasó a un segundo lugar tras obtener tres escaños menos que en las anteriores elecciones. Sólo cinco diputados malagueños entraron en el Parlamento: Juanma Moreno, Esperanza Oña, Antonio Garrido, Patricia Navarro y Félix Romero.

Podemos y Ciudadanos entraron por primera vez en la Cámara con tres y dos diputados, respectivamente, por Málaga. De la formación morada debutaron Félix Gil, Esperanza Gómez y Juan Antonio Gil. De la naranja Irene Rivera y Carlos Hernández. Izquierda Unida perdió uno de los dos que tenía por esta circunscripción, repitiendo José Antonio Castro.

Unión Progreso y Democracia y el Partido Andalucista no lograron representación parlamentaria a pesar de conseguir el 2,63% y el 0,99% de los votos respectivamente.

Finalmente, tras meses de negociaciones y un pacto con 70 puntos sobre medidas anticorrupción, iniciativas de carácter económico y de sostenibilidad de las políticas sociales, Susana Díaz fue investida Presidenta de la Junta gracias al acuerdo entre una formación emergente y otra tradicional: Ciudadanos y el Partido Socialista.

La inestabilidad y los roces entre ambas formaciones durante estos años, provocaron a que hace unos meses Ciudadanos rompiera el pacto de investidura con los socialistas andaluces, al considerar que no se estaban cumpliendo los puntos fijados previamente. Cuatro meses antes de cumplir la legislatura, la Presidenta de la Junta anunciaba la disolución del Parlamento autonómico y convocaba elecciones para el próximo 2 de diciembre.