El próximo 2 de diciembre, los andaluces eligen la configuración del parlamento andaluz. Desde el punto de la comunicación en general, y de la comunicación no verbal en concreto, hay claras y notorias diferencias entre los cuatro candidatos principales, en las que me he basado para establecer este ranking (desde el punto de vista de su comunicación).

Para la elaboración de este análisis, me he basado en diversos vídeos electorales de cada uno de los candidatos, así como en los debates a cuatro llevados a cabo en Canal Sur el pasado 19 de noviembre y en Televisión Española el pasado 26 de noviembre.1. SUSANA DÍAZ: la experiencia es un grado

La candidata del PSOE es, con diferencia, la que tiene más tablas a la hora de comunicar. Y se nota. Pero no es sólo eso. Susana Díazes la más expresiva a nivel facial y gestual. Vemos un baile continuo en sus cejas y boca, que va acompañando al discurso. Cuanto más expresiva a nivel no verbal es una persona, mejor se entiende lo que dice. Y Susana es tremendamente expresiva, no sólo con la cara y las manos, sino también con la voz. Aunque a veces su voz se percibe algo impostada, Díaz utiliza con habilidad la prosodia intelectual. Es decir, enfatiza estratégicamente determinadas palabras para que su discurso verbal enganche y la audiencia capte perfectamente las ideas importantes que comunica.

2. JUANMA MORENO y su orbicular oculis

El candidato del PP andaluz sonríe con su mirada al hablar, al mover el músculo que rodea el ojo, el orbicular oculis. Y eso ayuda mucho a que los espectadores simpaticen con él. Sin duda, sonreír es un gran recurso gratuito para comunicar positividad a quienes nos miran.

Pero tiene un fallo importante que debe corregir: en determinadas ocasiones comete una incongruencia al negar con la cabeza mientras afirma. Este gesto resta credibilidad a sus palabras y debe corregirlo urgentemente. Un ejemplo podemos encontrarlo en el debate del día 19/11. Mientras afirma verbalmente "Andalucía tiene un gran potencial", se dedica a negar con la cabeza.

3. TERESA RODRIGUEZ: buena verbalización pero mal expresada

La candidata de Unidos Podemos tiene un discurso fluido pero su comportamiento no verbal no le ayuda a transmitir el mensaje. Tiene una escasa expresividad facial y cuando vemos algo en su rostro es un descenso de las cejas que se corresponde con la emoción de ira. Esa emoción, cuando se está hablando de temas duros o negativos, tiene sentido. Pero el abuso que hace Rodríguez de este movimiento muscular no ayuda a transmitir su discurso. No se puede ilusionar al electorado desde la ira. Me recuerda a su líder nacional, Pablo Iglesias, que recibió numerosas críticas por lo mismo, y, a lo largo de los años, ha ido con más o menos habilidad, matizando esa expresividad tan negativa.

Además, la voz de esta candidata no ayuda. Es monótona, aguda y con poca potencia. Debería trabajarla para que el mensaje llegue mucho mejor.

4. JUAN MARÍN: progresa adecuadamente

Se nota que el candidato de Ciudadanos no tiene grandes habilidades de comunicación. Es una persona que, en una reunión cualquiera de personas, pasaría inadvertido. Y eso penaliza en el ámbito político. A su nula expresividad facial se une una voz monótona y una falta de seguridad en el propio discurso, que le obliga a mirar continuamente los papeles. La buena noticia es que todas estas críticas que estoy haciendo a su comunicación se pueden trabajar y mejorar. Una prueba de ello es la comparación que podemos hacer de su minuto inicial en el debate del 19/11 y en el del 26/11. En el primero, comenzó su intervención mirando sus papeles en lugar de mirar a cámara, como sí hicieron el resto de candidatos, lo que le restó mucha conexión con los electores y fuerza en el discurso. Y este fallo ya lo ha corregido en el segundo debate y comienza mirando a cámara. Ésta es la prueba de que la comunicación puede mejorarse, siempre que tomemos conciencia de nuestros errores y tengamos la voluntad de corregirlos.

(Recuerden los lectores que este ránking se basa únicamente en aspectos que tienen que ver con la comunicación no verbal de los candidatos.)