Vox sólo tiene 12 escaños que representan a 400.000 andaluces, pero en la primera parte de la sesión de investidura del presidente del PP andaluz, Juanma Moreno Bonilla, como nuevo presidente de la Junta de Andalucía, ha enseñado los dientes y ha hecho gala de un discurso que huye de lo políticamente correcto y en el que su portavoz, Francisco Serrano, ha cargado contra los inmigrantes, las políticas de igualdad "con perspectiva de género" y ha pedido al presidenciable que condene los ataques que sufren sus militantes.

La sesión ha terminado al filo de las 13.00 horas después de la intervención de los portavoces de Vox, Ciudadanos y VoxCiudadanos Adelante Andalucía, a los que ha replicado Moreno BonillaMoreno Bonilla; esta tarde será el plato fuerte, con el cara a cara entre el líder popular y la aún presidenta de la Junta, Susana Díaz, tras lo que se producirá la votación que pondrá fin a cuarenta años de gobiernos socialistas en la autonomía.

De cualquier forma, el protagonista absoluto de la jornada matinal ha sido Vox, que ha contado con la presencia de Santiago Abascal, presidente nacional, en la grada de invitados, y con todos los partidos oponiendo su discurso al de la extrema derecha; Juan Marín, líder de Ciudadanos, ni siquiera los ha nombrado y se ha lavado las manos predicando que él sólo pedirá la factura de su acuerdo de 90 medidas con el PP, dado que la formación naranja sostendrá al nuevo Gobierno con sus 21 diputados (se suman a los 26 del PP), pero él no se responsabiliza de lo que se haga de la mano de Vox; y Teresa Rodríguez, portavoz de Adelante Andalucía, ha hecho un emotivo discurso cargado de referencias ideológicas tradicionales de la izquierda y ha advertido de los peligros de la extrema derecha.

Discurso duro

Así, Serrano ha sido muy duro desde la tribuna: "Vox no renuncia a ninguno de sus planteamientos incluida la derogación de las leyes ideológicas de la perspectiva de género"; luego, el exjuez ha intentado blanquear su ideología proclamándose constitucionalista y demócrata, aunque ha dicho que los andaluces y españoles (ha remarcado expresamente que obvia el habitual desdoblamiento del género del lenguaje inclusivo) están hartos de lo políticamente correcto. Se ha quejado de las protestas que tuvieron lugar ayer por parte de asociaciones feministas y sindicatos, "subvencionados por ustedes", en clara referencia al PSOE y luego ha advertido a Moreno Bonilla de que no le da un cheque en blanco,

Serrano, que ha sido frecuentemente interrumpido por la bancada socialista, ha atacado "la supremacía moral de la izquierda", por lo que los de Vox han debido oponérseles, y, por ejemplo, ha dicho que hay muchos andaluces y españoles cansados de que se les tache de xenófobos y ha explicado que muchos inmigrantes "no vienen para integrarse" y ha destacado los problemas que, en su opinión, esos inmigrantes han creado en pueblos y ciudades, por lo que habrá que ayudar a expulsar 52.000 de ellos de la región, aunque ha precisado que ellos están en contra de la inmigración descontrolada.

Ha pedido que "no se engañe a las mujeres", ellos defienden a quienes sufren malos tratos, pero este sistema "favorece el abuso" gracias a suculentas ayudas y subvenciones. "Rechazamos las agresiones a mujeres, por eso pedimos agravar las penas a asesinos y maltratadores", ha defendido las política en apoyo de la familia y contra el invierno demográfico, con ayudas a madres solteras o mujeres con embarazos sobrevenidos y la custodia compartida, el apoyo a las fuerzas de seguridad y al Ejército, y ha recordado que "hombres, mujeres, niños, homosexuales y lesbianas" pueden ser víctimas del maltrato. "Vox ha tenido altura democrática para poner fin al régimen socialista".

Juan Manuel Moreno Bonilla, por su parte, ha acusado a los socialistas, cuando ni siquiera ha echado a andar el Gobierno andaluz, de organizar, planificar y financiar las movilizaciones que se produjeron ayer, y ha recordado que derogar las leyes de género no está en el acuerdo con Vox. Se ha mostrado de acuerdo en defender la familia, las costumbres y cultura del pueblo andaluz y de la Constitución española. Ha diferenciado el acuerdo del Gobierno con los independentistas catalanes y "filoetarras", desconocidos para los españoles, y, en cambio, los muñidos por él con Vox "se han hecho con luz y taquígrafos".

La autonomía, en riesgo

Teresa Rodríguez, por su parte, ha sido muy dura con el nuevo Gobierno, al que ha acusado de ser el Ejecutivo "de los ricos, del 0,7% de los andaluces", de ser un "Gobierno franquicia". "Ustedes no son un cambio, sino una reacción", y ha asegurado que "la autonomía andaluza está más en riesgo que la unidad" española. Se ha referido a Santiago Abascal como "el niño de las pistolas" y ha afeado a Moreno Bonilla que no haya dicho ni una palabra "de políticas de igualdad", además de criticar la bajada de impuestos para beneficiar a los ricos. "Quien quiera educación religiosa o segregada, que se la pague", para incidir en que se quiere tratar otra vez a las mujeres como "menores de edad" con las políticas a favor de evitar el aborto, así como ha recordado que la derogación de la ley de memoria histórica supone que 50.000 familias van a seguir sin enterrar a sus muertos. Ha definido a Andalucía como una realidad nacional.

Moreno Bonilla, por su parte, ha llamado la atención a Rodríguez por "meter miedo", le ha afeado que no defienda con vehemencia la Constitución española y la unidad del país, como hace, por ejemplo, la izquierda francesa, y ha recordado que el líder de su partido, Pablo Iglesias, "vive en un casoplón", para defender luego su bajada generalizada de impuestos para dotar de mayor competitividad a la economía andaluza. Ambos se han echado en cara la escasa representatividad de sus respectivos partidos en diversas instituciones. "Será una legislatura de cuatro años, productiva y reformista".

Entendimiento

Juan Marín ha desgranado el pacto firmado con el PP de 90 medidas, y ha dicho que va a ser "un Gobierno del cambio, de progreso" y que le "ha llegado la hora a Andalucía", tras cuarenta años de socialismo en los que muchos pensaban que "el paro era una plaga bíblica que llevábamos en el ADN los andaluces". Bonilla ha estado muy conciliador con él y ha aseverado que serán muy leales.

A partir de las 14.30 horas, se producirá el cara a cara entre Susana Díaz y Juan Manuel Moreno Bonilla y luego este se convertirá en el primer presidente de la Junta de Andalucía nacido en Málaga, el primero del PP y el séptimo de toda la historia autonómica.