El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha dado esta mañana el primer paso para eliminar el impuesto de sucesiones en Andalucía. El popular ha instado a la Consejería de Hacienda a que inicie los trámites necesarios para acabar cuanto antes con este tributo, y cumplir así con una de sus grandes promesas electorales. Así lo ha confirmado el propio Moreno tras el primer Consejo de Gobierno que se ha celebrado esta mañana en Antequera, y que ha servido para reunir por primera vez a todo su Ejecutivo en torno a una misma mesa. La bonificación será del 99%, lo que supondrá, de facto, su eliminación. Hasta ahora, las herencias que superan el millón de euros tienen que tributar por este tributo.

La eliminación del impuesto no será, en todo caso, de forma inmediata. El Gobierno de Moreno no quiere utilizar la fórmula del decreto ley por miedo a que se lo tumbe luego el Tribunal Constitucional. La patata caliente está ahora en manos del nuevo consejero de Hacienda, Alberto Valero, que tendrá que idear las medidas para plasmar la voluntad del Gobierno en un hecho firme y palpable para los andaluces.

Moreno ha argumentado que la eliminación de este impuesto es algo innegociable y que persigue un "horizonte fiscal más benigno" en Andalucía. Así, ha añadido que el objetivo último que se persigue es que la región entre en el club de los "Big Five". Una expresión que ha utilizado Moreno en alusión a las comunidades autónomas de la geografía española en la que no se tributa por el impuesto de sucesiones (Murcia, Castilla y León, Madrid y Extremadura).

De entrada, la supresión del impuesto de sucesiones supondrá una merma para las arcas públicas de la Junta de Andalucía de 40 millones de euros. Es la cifra que ha ofrecido el propio Moreno. Preguntado por la razón de no someter este tributo a la aclamada auditoria para saber si realmente es útil o no, el presidente popular ha hablado de una necesidad que parte, además de la injustica de este tributo, de una "concepción filosófica" que defiende su Gobierno, y que pasaría por hacer de la bajada de impuestos una de sus grandes razones de ser.

Por su parte, el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, que ha compartido la rueda de prensa con Moreno, también ha avalado la necesidad de suprimir este tributo y ha negado que su eliminación total no beneficia solo a las grandes fortunas. "Hay muchas personas que tienen un local o un taller, que supera el millón de euros, y cuando se lo quieren dejar a sus hijos no pueden", ha puesto como ejemplo. La postura de Ciudadanos en este punto es complicada, ya que, durante la legislatura pasada, cuando apoyaba al PSOE, se había vendido la eliminación de este impuesto como uno de sus grandes logros.