La Guardia Civil ha informado este jueves de que refuerza sus capacidades de búsqueda de forma progresiva en el dispositivo de rescate del piloto y el autogiro que se precipitó el martes en el embalse de Iznájar, de manera que esta tarde se incorpora al dispositivo un dron de la Benemérita para reproducir el posible itinerario del autogiro hasta su caída al objeto de apoyar las tareas que se realizan sobre la lámina de agua del embalse y permitir una delimitación de la zona a rastrear más precisa.

Según ha informado el Instituto Armado en una nota, tras los primeros momentos en que desde tierra, con las unidades de seguridad ciudadana y desde el aire, con un helicóptero del Cuerpo, se constató que el aparato y el piloto quedaron sumergidos, las tareas se centraron en entrevistar a testigos y trazar las áreas que rastrean los especialistas en actividades subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.

La turbiedad del agua del pantano de Iznájar, está dificultando la visibilidad a los buzos que tratan de rescatar al piloto del autogiro que el pasado martes se accidentó tras chocar con unos cables de alta tensión.

Fuentes de la investigación del suceso han explicado a Efe que el equipo especial de submarinistas de la Guardia Civil sigue trabajando en el pantano tratando de acotar la zona concreta donde pudo caer el aparato tras chocar con los cables. Por el momento, la búsqueda a unos 40 metros de profundidad ha sido infructuosa debido a la turbiedad del agua, que hace que la visibilidad sea muy reducida, de ahí la complicación y lentitud de los trabajos de rescate.

El suceso tuvo lugar el pasado martes sobre las 11.20 horas y la Guardia Civil asumió el mando de la operación de rescate, mientras que también se activó el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA).

Hasta el lugar se han movilizado medios aéreos y acuáticos que están reconociendo la zona y estudiando la forma de intentar localizar el autogiro y reflotarlo cuanto antes.

En la zona del accidente el pantano tiene una profundidad de unos 60 metros, por lo que se ha sumado al dispositivo de rescate un equipo de submarinistas procedentes de Granada.

La principal hipótesis es que el piloto, de unos 55 años, con años de experiencia de vuelo y que salió del aeródromo de Antequera, no vio unos cables de alta tensión que se encontraban junto a un puente del pantano y chocó contra ellos, momento en el que se produjo una explosión y el aparato cayó al agua.