"¡Vamos a darle brío!" El paso avanza con paso largo por una calle que recuerda mucho a Sevilla. Sin embargo, un mal cálculo hace que arrolle a personas del público y se escuchan algunos gritos. Esa escena se ha vivido muchas veces en los últimos días en los teléfonos móviles de muchos cofrades sevillanos, pero que se ha ido extendiendo rápidamente por toda Andalucía. El éxito del juego para móviles 'Chicotaz' ha sido una de las sensaciones de la Cuaresma. El ingenio de dos jóvenes sevillanos ha permitido trasladar a una pantalla de móvil un juego adictivo en el que cualquiera puede convertirse en capataz de un paso.

El juego ha sido desarrollado con una estética que recuerda a juegos clásicos, de tipo arcade. El jugador tiene que dirirgir un paso por un recorrido que recuerda a una calle de Sevilla, como La Campana o la salida de la Catedral, cumpliendo un tiempo de paso y sorteando al público para llegar al control horario. Con unos sencillos mandos se va ordenando al paso que dé un paso a la izquierda o a la derecha, que acelere el paso, lo frene, avanzar muy lentamente, girar, mecer... El juego recoge todos los movimientos de un paso con el objetivo de que el jugador lo mueva para realizar una maniobra.

Hasta ahora llevan diez niveles desarrollados y juegan con los nombres de las supuestas imágenes de los pasos para inspirarse en los originales sevillanos, pero con alguna modificación: Buena Defunción, Divino Misericordioso, Las Penas de la Luna... estos son algunos de los nombres elegidos, aunque siempre con algún referente real. Cada uno de los pasos tiene unas características que hay que tener en cuenta para dirigir el paso y llegar al destino sin incidentes.

Los creadores de Chicotaz tienen abierta una encuesta en su perfil de Facebook para elegir nuevos pasos y están desarrollando un 'merchandising' con frases icónicas en el juego, como "Llámate Paco", que es el nombre de uno de los capataces de los pasos del juego.