Duro. Más duro. Brexit sin acuerdo. La salida del Reino Unido de la Unión Europea dejará huella. Nadie lo discute ya a estas alturas. Mientras que el después de la votación definitiva se convierte días más tarde en el antes de la votación definitiva, la Junta de Andalucía. Un brexit duro, un divorcio sin acuerdo entre ambas partes, supondría un rejonazo millonario a la economía de la región. El consejero del ramo de la Junta, Rogelio Velasco, fijó las posibles pérdidas entre 500 y 1.100 millones al año.

La amplitud de rango entre ambas cifras viene determinada por la diferencia entre la posibilidad de que se pueda salvar a última hora la propuesta de acuerdo negociada entre Bruselas y la primera ministra del Reino Unido, Theresa May. En él se prevé la creación de una zona de libre comercio entre la UE y el Reino Unido, similar a la que ya rige las relaciones económicas de la UE con Noruega. En esta zona de libre comercio no se establecen ni aranceles ni cuotas, por lo que se podrían mitigar las consecuencias del brexit. El escenario que dibuja un agujero anual del 1.100 millones correspondería, según Velasco, a la materialización de un brexit duro.

¿Por qué afecta tanto la salida del Reino Unido a la economía andaluza? Los británicos no solo aportan viajeros y turistas. Las empresas andaluzas se benefician, hasta ahora, de un amplio mercado en el que colocar sus exportaciones. Y a merced de los datos, existe una gran demanda por los productos hechos y fabricados en Andalucía. Velasco recordó este jueves que la región está ingresando por el momento 4.500 millones de euros procedentes del Reino Unido. En términos globales, eso se traduce en un 2,3% del PIB andaluz. Unas cifras nada desdeñables que hacen que Andalucía mantenga un superávit de unos mil millones de euros con el Reino Unido.

Más allá de números y cantidades, hay otro dato que sirve como ningún otro para fijar el contexto: el Reino Unido es el primer inversor directo en la comunidad andaluza. Esto queda patente en el mercado inmobiliario. En 2017, los británicos compraron 2.643 viviendas en Andalucía. Es una quinta parte del total de las compras extranjeras. Sumando todas estas repercusiones, hay que dar por hecho que un brexit duro se traducirá en un retroceso para la economía andaluza.

Velasco advirtió también del impacto financiero del brexit con un eventual aumento de la prima de riesgo, por la incertidumbre sociopolítica, y una depreciación de la libra esterlina, que encarecerá las exportaciones andaluzas. Las empresas británicas llevas semanas acumulando y reteniendo productos de importación. Respecto a los flujos demográficos, Velasco recordó que unos 75.000 británicos residen en Andalucía. Esa cantidad equivale a un tercio de todos los ciudadanos del Reino Unido que viven en España, mientras que Gran Bretaña acoge a unos 11.400 emigrantes andaluces.

Costa del Sol

La provincia de Málaga es la más afectada a nivel andaluz. Así lo confirma Ricardo Bocanegra, abogado, y uno de los mayores expertos en Extranjería de la provincia, con asesoría propia establecida en Marbella: «Málaga es la provincia más afectada porque es la que mayor número de residentes británicos tiene». Bocanegra no se atreve a dar un número exacto, pero habla de miles y miles de británicos que ahora mismo se mueven en estados de ánimo diferentes, pero que en ningún caso comprende a la indiferencia. «Unos están cabreados y otros están preocupados. Nadie sabe muy bien qué hacer. También hay mucho malestar por no saber muy bien cuál va a ser el futuro que les espera», precisa Bocanegra en declaraciones a este periódico. Más allá de lo económico, el abogado advierte de las complicaciones que van a sufrir los británicos que nunca han residido en España. «No se sabe aún nada de manera certera, pero la idea es que los que ya tienen permiso de residencia, simplemente tendrán que acudir a la Oficina de Extranjería en Málaga para que se le facilite la llamada Tarjeta de Identidad de Extranjeros. Un trámite. Para los que nunca han residido se complica todo. Antes bastaba con el Certificado de Registro de Ciudadano de la UE. Al carecer de él, los británicos tendrán que pedir la autorización de residencia. Esto implica tener un certificado de penales, seguro médico y el certificado del banco para demostrar solvencia económica. Y el documento de compra de una casa, claro», resume Bocanegra.