­ El abandono educativo temprano es un problema especialmente acusado en España. La tasa de alumnos que dejan de estudiar sin obtener un título, pese a la disminución de los últimos años, se sitúa entre las más altas de la Unión Europea. La media española aún está en un 17,9% y, de hecho, todavía queda lejos de alcanzar los objetivos previstos en 2020. La Estrategia Europea fija en un 15% el porcentaje de la población joven entre 18 y 24 años que no tiene título académico. Andalucía ha experimentado una progresión espectacular y ya no se sitúa en la cola de España. Aunque en la comunidad autónoma aún abandona prematuramente sus estudios el 21,9% de los jóvenes.

Esta cifra supone 1,6 puntos menos respecto a 2017, cuando el abandono escolar temprano se situó en Andalucía en el 23,5%. Y en 2016 la tasa era del 24,4%.

En términos absolutos, pareciera que Andalucía no tendría motivos para sonreír. Pero en términos relativos, puede sentirse orgullosa de los resultados conseguidos, ya que hace solo una década ha logrado reducir sus elevadísimas tasas de abandono escolar temprano un 16,1%. En 2010 se situaba en el 38% de la población. La región parte, como siempre, de una posición desventajísima respecto al resto, con elevadas tasas de analfabetismo en la población hace apenas 40 años. Por eso, la media andaluza sigue siendo superior a la española en cuatro puntos.

Cada vez son más los jóvenes andaluces que comprenden lo importante que es acabar su formación académica para tener un futuro de ciertas garantías laborales. A pesar incluso de la crisis económica, o precisamente por eso. El boom de la construcción empujó a muchísimos jóvenes a alejarse de las aulas para ponerse a trabajar en la obra, sin ningún tipo de cualificación. Pese a todo, el trabajo les reportaba interesantes salarios. La recesión les devolvió de bruces a la realidad, pero también a los institutos, en muchos casos, con el objetivo de sacarse al menos el graduado en las escuelas de adultos.

Este contexto socio económico, unido a una estrategia concreta de planes de apoyo y refuerzo educativo han permitido reducir las tasas de abandono, convirtiéndose así en la comunidad autónoma donde se ha producido el mayor descenso en los últimos 10 años. De hecho, Andalucía ya no ocupa la última posición, como ocurría de manera tradicional. Por comunidades autónomas, País Vasco (6,9%) y Cantabria (9,8%) son las que registran las tasas de abandono escolar más bajas de España. Por contra, Baleares (24,4%) y Región de Murcia (24,1%) son las que tienen un porcentaje más alto.

No obstante, según la última estadística de Eurostat publicada recientemente, España, continúa a la cabeza de Europa en abandono educativo temprano, por delante de países como Malta o Rumanía. Trece estados miembros ya han cumplido su objetivo nacional para 2020: Bélgica, Irlanda, Grecia, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria y Eslovenia.

El informe señala igualmente que en 2018, la proporción de personas que abandonaron pronto la Educación y la formación fue menor para las mujeres que para los hombres en todos los Estados de la UE, excepto en Bulgaria y Eslovaquia.

Según el Ministerio de Educación, este descenso del abandono escolar temprano registrado en los últimos diez años en España se debe, principalmente, al incremento de la población que ha completado la segunda etapa de Educación Secundaria en España en este periodo (un aumento de 12,5 puntos porcentuales). Por sexo, los datos reflejan en España que el 14% de las mujeres, de 18 a 24 años, han abandonado el sistema educativo de manera prematura en 2018, frente al 21,7% de los hombres, manteniéndose así las diferencias entre ambos sexos que se vienen registrando en los últimos años. Desde 2008, la tasa de abandono escolar ha descendido en 16,3 puntos porcentuales en el caso de los hombres y en 11,1 en el de las mujeres.

El abandono prematuro es uno de los problemas más graves del sistema educativo español, junto al rendimiento educativo de nuestros estudiantes al acabar la enseñanza obligatoria del que informan regularmente los sucesivos informes PISA. Y ambos problemas están relacionados.