A Juan Marín, su listado de responsabilidades lo delata como uno de los inquilinos del epicentro en el llamado Gobierno del cambio. El líder andaluz de Ciudadanos es vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local. Entre sus reflexiones, su ajetreada vida-agenda le hace siempre un hueco a un horizonte no muy lejano en el que no le robe tanto a su familia y pueda volver a entrenar en su Sanlúcar de Barrameda natal a un grupo de jugadores y jugadoras de voleibol.

¿Qué nota le pondría a la gestión que el nuevo Gobierno andaluz, del que usted es vicepresidente, ha desarrollado en lo que llevamos de año?

La nota la ponen los ciudadanos en las urnas. Y la ponen cuando vas por la calle y te dan la mano en vez de criticarte o te dan las gracias en vez de echarte una bronca. Me siento recompensado cuando veo que el trabajo está produciendo oportunidades de mejora para los ciudadanos. Esto no va de notas. Esto va de intentar dejarse la piel para que las cosas funcionen.

¿En qué percibe un andaluz el cambio cuando va andando por la calle?

Yo lo veo en la cara de la gente. Estoy viendo una ilusión y una alegría que me transmite todavía más ganas de seguir haciendo mi trabajo. En las reuniones que mantenemos con todo tipo de colectivos e instituciones, se ve que la gente ya sabe que hay un cambio en marcha, que este cambio no puede darse de la noche a la mañana y que hemos dados todos los pasos necesarios en estos seis primeros meses para que este cambio se produzca. El hecho de que un Gobierno en 23 semanas haya tomado 277 decisiones de calado o el hecho de que la gente sepa que ahora se abre un quirófano un sábado o un domingo o que se pongan refuerzos en justicia o violencia de género, eso tiene una respuesta inmediata. Y es esa mirada que te dan en la calle. Siempre hay alguien a quien no le gusta lo que hacemos, pero la impresión que tengo es de mucha satisfacción. Devolverles la sonrisa a los andaluces es bueno.

¿Qué les falta a las relaciones del PP y Ciudadanos en la Junta para que sean perfectas?

Son perfectas. Ahora mismo lo son. Hay un diálogo y una comunicación permanente. El Gobierno está muy sólido y tomando las decisiones conjuntas que debemos tomar. Esto es un solo Gobierno. Así lo transmito sin ningún tipo de complejos y de pudor, si no fuera así también lo diría. Estamos trabajando a la perfección.

¿Considera que su experiencia como 'colaborador necesario' de Susana Díaz

Sin duda, la experiencia ha sido muy positiva para ahora afrontar situaciones y tomar decisiones. Estoy orgulloso de esa etapa. De haber podido contribuir con nueve diputados, sin entrar en gobierno y eso es algo que no se había producido nunca en Andalucía, a hacer entender que desde la oposición se podía hacer un trabajo constructivo. Estoy satisfecho de que hoy no haya listas de espera en atención temprana, de que el mínimo exento en el impuesto de sucesiones y donaciones ya beneficiara a un 1.200.000 andaluces o de que se pusieran en marcha más recursos para dependencia. Estoy muy satisfecho de muchas de las cosas que se hicieron, de otras no. Y si hoy me preguntan si lo volvería a repetir, diría que sí.

¿Por qué insiste tanto su partido en que no ha firmado ningún acuerdo con Vox?

De Gobierno no hemos firmado ninguno. Hemos firmado acuerdos de presupuestos y de otro tipo, incluso entre las cinco fuerzas con representación parlamentaria. Solo con Vox, el de los presupuestos. Yo nunca me he escondido de eso. Me he sentado muchísimas veces con el portavoz de Vox, anteriormente con el señor Serrano y ahora con el señor Alejandro Hernández, para hablar de muchísimos asuntos y buscar la unanimidad o el consenso en muchos acuerdos como el de la reforma fiscal, que también lo acordamos con ellos en el Parlamento de Andalucía. Pero es verdad que no hemos firmado un acuerdo de Gobierno, pues el Gobierno lo formamos PP y Ciudadanos con 47 escaños en un acuerdo para llevar 90 puntos a cabo durante la legislatura. Esta es la realidad. Pero yo nunca he dicho que no me haya sentado ni haya firmado acuerdos con Vox.

¿Qué es lo primero que le pasa por la cabeza cada vez que escucha la palabra trifachito?

No me preocupa lo más mínimo. Yo sé donde estoy. Me han echado tantas veces para la derecha y para la izquierda que eso me ratifica en mi lugar. Cuando a uno lo echan tanto para la derecha o para la izquierda es porque está en el centro. Desde el centro es más fácil llegar a acuerdos con la izquierda y con la derecha. Pero tampoco me gusta eso de la derecha y de la izquierda. Eso de los bandos, de las trincheras, de la concentración, de apoderarse de las banderas, de la igualdad o de Andalucía, eso ya la inmensa mayoría de los ciudadanos no lo comparten. Y así lo dijeron el 2 de diciembre, aunque algunos todavía no lo han entendido.

Hace ya más de medio mes que el juez Serrano no ocupa su escaño del Parlamento, ¿se le espera por allí?

No lo sé, de momento hasta septiembre, como mínimo, no. Yo no puedo meterme en lo que él y su grupo decidan.

¿Qué le respondería a quienes acusan a Ciudadanos de «darse la vuelta como un calcetín» en casos como el del Ayuntamiento de Mijas

Esto va de llegar a acuerdos y hay veces que los acuerdos no son fáciles. Siempre hay que buscar una salida para que las instituciones puedan ponerse en marcha. Y al estar en el centro, esto nos permite llegar unas veces a acuerdos con el PSOE y otras con el PP. No es Mijas solo. En Jaén y en Sanlúcar de Barrameda, mi pueblo, estamos gobernando con el PSOE. Y así podría hacer un listado enorme.

Precisamente, el exalcalde mijeño Juan Carlos Maldonado se perfila como el hombre fuerte de su partido en la Diputación malagueña, ¿Volverá a ser relegado Juan Cassá

Creo que tras los resultados electorales de las municipales es razonable una alternancia en la portavocía del Ayuntamiento de Málaga y que Juan tenga ahora la oportunidad de desarrollar otra labor en la Diputación. Es normal. Si yo dentro de cuatro años, en vez de 21 diputados tengo 18, no está mal dejar paso a otros compañeros y dedicarme a otras funciones. Estoy convencido que tanto Juan Cassá como Juan Carlos Maldonado con la experiencia de estos cuatro últimos años van a hacer muy buen trabajo.

Si la propuesta para limitar los mandatos en el Gobierno andaluz a 8 años se aplica la próxima legislatura, no salen las cuentas: quien dice 8 son por lo menos 12. ¿Quién hace la ley hace la trampa?

No. Quien hace la ley hace que por fin haya una limitación de mandato en Andalucía. Lo que ocurre es que hay leyes que no se pueden aplicar con carácter retroactivo. Si eso no se hace este año, no serían 12. Serían 16. De todas formas, en el ámbito personal tengo claro que, aunque se apruebe, no estaré al frente de ninguna responsabilidad más de ocho años. Los demás que hagan cada uno lo que crean conveniente. Como mucho cumpliré los ochos años, se apruebe o no la reforma de la limitación de mandato.

¿Cuánto daño cree, como consejero de Regeneración Democrática, que le hace a la imagen de la Junta de Andalucía

He oído hablar de este asunto, confieso que no lo he seguido en profundidad. El hecho de que cualquier persona que está al frente de una institución, en este caso Museos, tenga cuestiones pendientes con la justicia, no le hace ningún favor a todas estas instituciones, más allá de lo que luego resuelvan los tribunales con lo cual tengo que ser absolutamente respetuoso y acatar esa decisión. Lamento de veras que esto suceda. Aunque reitero que no conozco en profundidad los hechos, espero que la justicia actúe rápido. Mientras más se alargan los procesos judiciales, más apertura damos a la especulación y a la sospecha. Como consejero de Justicia tengo un compromiso serio, no solo con la regeneración democrática de la que me hablaba, sino con la agilización de los procedimientos judiciales. Especialmente, para que estos casos se resuelvan con celeridad y cuanto antes despejemos las dudas pues muchísimo mejor.