Bajo ese manto estival que mantiene abiertos algunos centros educativos andaluces dentro de su plan de choque contra el fracaso escolar, el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda (Melilla, 1961), va a cumplir medio año en la Junta de Andalucía. El que comenzará en septiembre será el primer curso escolar que atraviese completo, si no sucede nada extraño, ese Gobierno del cambio del que forma parte como uno de los necesarios eslabones que aporta Ciudadanos. El deporte, al que entregó su vida con la inercia que imponía el bote de una pelota naranja, es el otro gran frente andaluz que tiene abierto. Si un buen día cambias las canchas por otras ocupaciones, puede ocurrir que algunos de los temas de más actualidad en la alta política regional se apoderen de conversaciones como la que atraviesa esta entrevista, a la que responde en su Málaga adoptiva. Imbroda derrocha carisma y una capacidad innata para divertirse cuando la conversación se lo pide. En la segunda parte del partido de su vida le ha dado -de momento- por la política.

¿En qué términos evaluaría este medio año de gestión en materia educativa?

El balance de estos seis meses pasa por un conocimiento real de la educación a través de la comunidad educativa. Permanentemente he intentado sacar a la educación del debate ideológico. Dejen a nuestros niños y a nuestros jóvenes formarse en valores y conocimientos para todo lo que este futuro incierto depara. He querido proyectar un proyecto que podamos compartir entre todos. Estoy intentando construir un pacto social antes del pacto político.

¿Es pronto para hablar de qué asignaturas se han aprobado y cuáles se han suspendido?

Hemos aprobado en la ilusión por estar viviendo un nuevo momento histórico en nuestra comunidad. Todos somos conscientes de ello. Creo que podemos mejorar en nuestra comunicación.

¿Decir que ahora se impartirán más horas de religión porque mandan el PP y Cs, en lugar del PSOE, es una frase hecha?

Totalmente. Vivimos en la época de la queja y en la época de los 140 caracteres. En 140 caracteres queremos explicarlo todo. Solo nos hemos remitido a cubrir un vacío normativo y hemos hecho lo que había anteriormente, en 2007, cuando estaba el partido socialista. Hemos cubierto ese vacío para abrir un debate para que la comunidad educativa pueda opinar sobre todo. Entre ello, sobre la religión también. Lógicamente.

La educación es la raíz de casi todo, ¿ha sido tratada como merece en los nuevos presupuestos del Gobierno andaluz?

El Gobierno ha hecho un enorme esfuerzo. Estos presupuestos son los más sociales de la historia de Andalucía. Sé que esto en algún sector molesta, pero los datos lo avalan. Ahí están los incrementos en salud, educación y dependencia. La educación es un cajón sin fondo, pero no solo es un tema de recursos sino también de transformación cultural. Aunque hay muchos años de trabajo detrás, estamos en el furgón de cola si atendemos a nuestros indicadores de educación. Todos los recursos serán insuficientes para afrontar este gran reto.

La oposición le acusa, valga la redundancia, de fracasar en su plan contra el fracaso escolar ante la escasa respuesta de las familias a las clases de refuerzo estivales...

Yo estoy encantado con el programa, que además era algo totalmente voluntario. El error ha sido que con dos o tres meses de antelación hemos comunicado que éramos capaces de ofertar 100.000 plazas. Yo le dije a mi equipo que si éramos capaces de hacer eso, ya estábamos preparados para organizar unas Olimpiadas. Por qué no convocamos mil o cinco mil plazas, pues porque tenemos 240.000 niños en condiciones para ese refuerzo. Se han apuntado solo 2.000, la próxima vez mejoraremos la comunicación con las familias y a todos los niveles si es necesario. Lo que sí sé es que esos 2.000 niños y sus docentes están encantados.

Pasamos a hablar de su otra gran responsabilidad ¿Cómo organiza un entrenador experto en coaching las políticas deportivas de una comunidad?

Sencillamente, pretendo construir una mentalidad que arraigue en nuestra sociedad. Y esta no es otra que la actividad física y deportiva forme parte del adn de la sociedad de una manera natural. Habrá quien la utilice para pasárselo bien o para la salud y quien la emplea como competición y desafío para alcanzar otras metas.

¿El cambio de Andalucía es ya palpable o es algo que sigue dentro del horno cocinándose a fuego lento?

Es palpable totalmente. Los únicos que todavía no se han enterado son los del partido socialista. Ellos piensan que en Andalucía las instituciones le pertenecen. El cambio es palpable y saludable.

Juan Marín calificaba en días pasados de «perfecta» la relación que Ciudadanos y PP mantienen en su gobierno de coalición en la Junta, ¿usaría el mismo adjetivo para definirla?

La gente se sorprendería al comprobar que es realmente un gobierno de coalición, que es lo que realmente necesita este país con tanta cultura de la confrontación. España no tiene cultura de coalición. Ciudadanos da pistas de lo que nuestra sociedad necesita en el panorama político: el diálogo, la coherencia, el consenso, la generosidad... Y todo eso es trasladable a este Gobierno. Es un Gobierno unido, más que unido. Estar en medio de una responsabilidad tan grande ha hecho que nos unamos más. Coincido perfectamente con Juan Marín. Él es uno de los artífices de esa unidad.

Tras ser asesor de una institución gobernada por el PP como el Ayuntamiento de Málaga, ha dado un salto con Cs a la política pura y dura, esa a la que lleva toda su vida ligado su hermano Juan José, ¿es verdad que él le aconsejó que no se presentara?

A mi hermano Juanjo no le hizo ninguna gracia que yo diera este paso. Pero siempre he dicho que mi relación con mi hermano está muy por encima de las siglas. Es verdad que no le hizo gracia, pero ya me habla (risas).

¿Qué vio en la formación naranja que no le atraía del PP?

Me siento más liberal que conservador. Sé que no es fácil ser liberal porque recibes mordiscos a diestra y siniestra. Y en Ciudadanos nos pasa eso, nos dan por todos lados a la vez que nos temen y nos necesitan. Cs es más necesario que nunca en España.

Hace tres semanas dejó de ser 'independiente' para convertirse en militante de Ciudadanos y ya admite que si Albert Rivera le pide que se una a la ejecutiva del partido le diría que sí, ¿significa esto que ha llegado a la alta política para quedarse?

Hombre, si Albert me pide eso lo tendré que aceptar. Aunque la verdad que no estoy en eso, estoy más centrado en la responsabilidad que tengo. Di el paso a la militancia porque considero injusta la presión a la que está siendo sometido Ciudadanos. Es injusta la presión a la que está siendo sometido Albert Rivera. Cada uno puede defender intereses diversos, pero focalizar una situación política como la actual, un tanto convulsa, en la figura de Albert Rivera me parece absolutamente desproporcionado e injusto. Fue una manera de alinearme con él. Quería que sintiera que yo daba ese paso justo en el momento en el que otros salían.

Tanto peso juega Albert Rivera en su pertenencia a Ciudadanos que ha llegado a decir que, si él se va del partido, igual se marcha usted también ¿Está en el partido naranja, fundamentalmente, por él?

Sí, sí. Absolutamente. Comparto y me identifico con el proyecto global de Ciudadanos., pero evidentemente yo no he venido aquí para quedarme.

¿Qué significa la palabra 'trifachito' en su diccionario de político reciente?

Me parece un término infantiloide como hay mucho hoy en día en política. En política hace falta altura de miras, hace falta credibilidad, hace falta prudencia. Hacen falta todos estos valores que nuestra sociedad demanda en sus representantes públicos. Reducir una labor, un trabajo, a un término pues me parece, eso, infantil. Es un síntoma de inmadurez.

"Para mí, Juanma Moreno es el jugador revelación"

¿Seremos capaces de hablar de política y de 'ba-lon-ces-to' sin mencionar a Pepu Hernández?

Bueno, yo creo que hemos creado tendencia (risas). Me alegro mucho de que haya querido dar este paso. Bienvenidas sean todas aquellas personas que tengan un recorrido como el del Pepu y quieran colaborar en el desarrollo de la sociedad. Bienvenido sea.

¿Qué le pasa a un político si falla el triple de Ansley?

Le pasa que está dos o tres días en una especie de volcán mediático, pero no lo cesan. Ahora, a un entrenador, si falla, lo cesan.

Y al revés, ¿qué sucede si entra limpia y suena 'chof'?

En política, y en todos los ámbitos de la vida, si entra limpia es una enorme satisfacción. En mi caso personal, he tenido la fortuna de vivir muchos momentos de esos. Y también de fallos. Fallos y aciertos. Al final, como se dijo en una ocasión, el éxito y el fracaso son impostores. Es algo efímero. La vida continúa.

Y tanto que continúa, sobre todo si se ganan partidos como el que usted ganó en la cancha de la salud recientemente...

Ese fue el campeonato más importante -no fue un partido de un día ni un fin de semana- que he tenido que disputar. Por supuesto, soy consciente de que la vida me ha dado una segunda oportunidad.

¿Qué tipo de defensa se estila más en el Parlamento de Andalucía: en zona o al hombre?

Depende del grupo. Depende del equipo. Hay quien utiliza métodos no demasiado deportivos. Y tienen que ser permanentemente llamados a la atención porque su metodología no es la correcta. Y esto hay algunos que lo practican, desgraciadamente, en un parlamento, que debe ser el santuario de la palabra y del respeto.

¿A qué jugador de baloncesto le recuerda Juan Marín?

Hubiera sido un jugador fundamental en mi equipo. Sería el pegamento que todo equipo necesita. Es trabajador, listo y humilde. Son valores fundamentales a la hora de formar parte de un equipo.

¿Y Juanma Moreno Bonilla?

Para mí, ha sido el jugador revelación. No tenía el gusto de conocerlo personalmente y ha resultado un descubrimiento. Por su equilibrio, su ponderación y su prudencia, no exenta de audacia.

Terminamos con la familia: ¿qué le parece que la música le haya robado al basket los Imbrothers, los actuales JavyPablo?

Estoy esperando a ver si me nombran agente y me sacan de aquí (risas). Me encanta que disfruten. Como padre no soy objetivo, pero son dos niños con la cabeza bien armada y conscientes de lo que hacen. He tenido oportunidad de verlos, pero es difícil porque subo la media. Todos muy jovencillos y yo un pureta y dicen 'este qué hace aquí'. Lo mejor es cuando el concierto lo hacemos en privado.