La última inspección que pasó la empresa Magrudis por parte de los técnicos del Ayuntamiento de Sevilla fue en julio de 2017. Pero según el plan de inspecciones de la Junta de Andalucía, las empresas como esta deben ser revisadas cada 18 meses, es decir, la tocaba en enero. El Ayuntamiento no la hizo, pero es que ese plazo es, según la norma, "flexible". La administración deja en manos de las empresas su autocontrol, "sería imposible llegar a todas". Las organizaciones de consumidores piden que las leyes sean más exigentes y que los análisis sean publicados. Se trata de dar más seguridad al comsumidor, aunque el riesgo cero no existe.

En julio de 2019, la empresa notificó a la Junta de Andalucía la ampliación de sus instalaciones y el cumplimiento del sistema de autocontrol.

En ese escrito, la empresa afirmó que disponía del documento relativo al sistema de autocontrol y garantizó que se mantenían las condiciones técnico sanitarias iniciales y el correcto funcionamiento del sistema, según el consistorio.

Para este tipo de empresas se establecen unos periodos estimativos para inspecciones según la categoría, que en el caso de la C es de unos 18 meses, aunque con carácter orientativo, "en ningún caso obligatorio", como refleja la normativa autonómica.

El Ayuntamiento insiste en que se estableció un control "proporcional a la implantación comprobada en 2017 de un sistema de autocontrol y puntos críticos de control".

En cada inspección se trabaja con un sistema de "check list" en el que se fijan una serie de elementos a comprobar y se evalúan obteniendo una puntuación final que determina la categoría, por lo que el sistema de autocontrol implantado en 2017 fue "determinante" para que su clasificación pasara de A a C.

Desde ese momento "la empresa asume la responsabilidad en el seguimiento y captación de datos de acuerdo con la normativa vigente", añade el Ayuntamiento, que aclara que el sistema de clasificación es un modelo de estándar de la Junta de acuerdo con las directrices europeas.

"No se toman muestras salvo que así lo determine un plan de inspecciones de la Junta. Se comprueba el funcionamiento y la documentación", ha agregado.

Ha manifestado que el Ayuntamiento realiza inspecciones periódicas y aleatorias a los establecimientos basadas en el criterio de proporcionalidad que establece la Junta, priorizando aquellas que tienen más volumen o situaciones de riesgo, un caso que no es el de Magrudis al tener un producto al horno con elevadas temperaturas, tener autocontrol, no tener antecedentes y por su volumen de distribución. Ha informado además de que este año los servicios municipales han realizado 335 análisis de alimentos en relación con la listeriosis, todos negativos.