Andalucía es la cuarta comunidad española, por detrás de Melilla, Ceuta y Canarias, con la mayor tasa de jóvenes «ninis», término de origen anglosajón (NEED, Not in Employment, Education or Training), acuñado para definir al segmento poblacional que, tras finalizar la enseñanza obligatoria, ni estudia ni trabaja. Según revela el informe «Panorama de la Educación 2019» de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 20,7% de los jóvenes andaluces de entre 18 y 24 años se encuentran en esta situación de transición al acabar los estudios.

Sin embargo, pese a que la comunidad andaluza figura entre los primeros puestos del ranking, la tasa de jóvenes sin trabajo y sin vinculación a ninguna opción formativa ha bajado por quinto año consecutivo, acercándose a los niveles registrados por la OCDE en los años previos a la crisis de 2008 en los este porcentaje llegó a situarse en el 16,5%. Por el contrario, el mayor pico de población «nini» en Andalucía se materializó en 2013, con una tasa de inactividad juvenil del 30%.

A nivel nacional

En España, el número de «ninis» supera el 16% de los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años. Pese a que la tasa para todo el conjunto del país también viene reduciéndose de forma gradual desde 2013, España sigue estando un 2,5% por encima de la media europea. La comunidad con el menor número de «ninis» es el País Vasco con un 9,9%, muy por debajo del porcentaje que presenta la Eurozona, mientras que el mayor porcentaje se registra en Melilla, con un 30,7%.

Este informe apunta a la duración y a la calidad de la enseñanza, además de las condiciones del mercado laboral y el contexto económico y cultural del país, como los factores que determinarán el proceso de «transición de la educación al empleo».

En cuanto al número de horas lectivas, un alumno de la primera etapa de Secundaria español cursa de media al año unas 160 horas más que en los estados miembros de la Eurozona. Si se trata de un estudiante de Primaria, la diferencia prácticamente se triplica.

Atendiendo al gasto público en Educación, una de las claves que la OCDE subraya para paliar los efectos del fin de los estudios y la falta de trabajo, España gasta el 3,1% de su Producto Interior Bruto en el desarrollo de los estudios de Primaria y Secundaria, frente al 3,5% que emplean, de media, el resto de países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Asimismo, el gasto total por estudiante a tiempo completo en referencia al PIB per cápita es del 23%, al mismo nivel que el promedio estimado para la OCDE y para el conjunto de la Unión Europea.

Desempleo

En relación a los estados que registraron un mayor nivel de desempleo, España ocupa el tercer lugar con una tasa del 13,9%, por detrás de Grecia (17%) y Turquía (14%). Por géneros, el paro entre los hombres de la OCDE cayó hasta el 5,1% en julio, mientras que entre las mujeres se elevó hasta el 5,3%.

Además, entre los menores de 25 años se observó una tasa de paro del 11,2% en el séptimo mes del año, una décima más, al tiempo que entre aquellos trabajadores con 25 años o más se contrajo hasta el 4,4%, una décima menos.