El consejero de Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, indicó ayer, en relación al último cese y las dos dimisiones que se han producido en cargos de consejerías de Sanidad, que el Ejecutivo está en «permanente evaluación interna» y en una «ambición de mejorar».

Tras el Consejo de Gobierno, aseguró que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, es «muy exigente» con sus consejeros y éstos, a su vez, tienen la obligación de serlo con todos los cargos y directivos que están en sus consejerías.

Habló así sobre el cese de Miguel Moreno Verdugo como gerente de Servicio Andaluz de Salud (SAS) y las dimisiones de Natalia González como secretaria general de Industria, Energía y Minas y de Cristina Baéz como directora general de Formación Profesional del a Consejería de Educación y Deporte. «Este Gobierno está en permanente ambición de mejorar y para ello es necesario que haya personas que entren y personas que salgan. A partir de ahí, ninguna lectura más ni ninguna complicación más», sentenció Bendodo, quien insistió en que la «ambición permanente de mejorar nos obliga a la renovación permanente de los equipos».

Además, quiso desvincular el cese de Miguel Moreno Verdugo como gerente del SAS de las manifestaciones que se han producido por parte de profesionales sanitarios y recalcó que la sanidad es la prioridad del Gobierno andaluz.