Nueve días después de conocerse la sentencia de los ERE, el pleno del Parlamento andaluz fue ayer el escenario de la estrategia de desgaste desplegada por el Gobierno del PP y Cs contra el PSOE y su líder Susana Díaz, por este caso que -aseguran- «les perseguirá siempre».

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, tuvo que responder sobre un escrache en la Universidad de Sevilla; sobre violencia machista; a las consecuencias del caso ERE; a la marca Andalucía, «afectada» por los ERE, y a los servicios esenciales en la comunidad, esta última centrada en la situación de la sanidad que derivó en duras acusaciones entre Díaz y Moreno a cuenta de los ERE.

Con los ERE omnipresentes en el debate andaluz, la confrontación dialéctica tuvo un intenso prólogo, un crispado nudo y un desenlace de aplausos y sonrisas, pero también de caras largas. La cita puso de manifiesto la puesta en escena de la estrategia de desgaste del Gobierno del PP y Cs contra el PSOE y su líder, una táctica que, según los distintos intervinientes, va a ser larga, de hecho quedan más de 180 causas de piezas separadas de los ERE aún por enjuiciar.

Con los ánimos calientes por las intervenciones de los portavoces del PP y Ciudadanos, centrada en ataques al PSOE por los ERE, a los que se sumó Moreno, el hemiciclo adquirió la máxima temperatura en el turno de preguntas de la socialista. «Su partido no tiene ninguna autoridad moral para atacar al PSOE, llevamos 37 años soportando a una derecha que sólo sabe moverse en el fango, gobierne o estando en la oposición», le espetó Díaz, que acusó al PP y el Gobierno de «difamar, mentir y calumniar».

Frente a lo que sostiene el Ejecutivo andaluz, Díaz negó que su gobierno decidiera retirar a la Junta de la acusación particular impidiendo la recuperación del dinero defraudado por los ERE. También exigió a Moreno que explique a los andaluces por qué se siguen pagando las prejubilaciones, ya que si las está pagando «reconoce» que son lícitas y, si no, «está malversando».

El presidente replicó que su posición «partidista» de «defender» a José Antonio Griñán y Manuel Chaves en lugar de al interés general en los ERE le «perseguirá siempre en su carrera política» y vinculó sus manifestaciones al «mal trago» que está pasando.

Además, señalo que Díaz está todavía «bajo el shock de una sentencia que es una enmienda a la totalidad» a los 37 años de gobiernos socialistas y le recordó que todos los grupos, salvo el PSOE-A, le han pedido que dimita y abandone el escaño.

En respuesta a los portavoces de PP y Cs, el presidente situó una de las prioridades del Ejecutivo autonómico en «limpiar el nombre de Andalucía», por lo que pidió a todos los partidos que «empujen en esa dirección» y, en concreto al PSOE, que asuma «los graves errores» que ha cometido.

La sentencia del caso, según el portavoz del PP, José Antonio Nieto, es una «enorme traición» al pueblo andaluz, y deja negro sobre blanco la realidad del «abuso» por un Gobierno «irresponsable». «Es epitafio de un ciclo político en Andalucía», sentenció Nieto.

En similares términos, el portavoz de Cs, Sergio Romero, preguntó: «Si la trama se ideó en el PSOE, se ejecutó por el PSOE, se retiró la acusación popular por un Gobierno del PSOE y se condena a cargos del PSOE, ¿de quién es el caso, de mi comunidad de vecinos o del PSOE?».

Previamente, el presidente andaluz tuvo que escuchar las acusaciones de la portavoz del Adelante, Ángela Aguilera, que le censuró ser «rehén» de la extrema derecha en las políticas de igualdad y afeó a Moreno que se cuestione al movimiento feminista.

El dirigente popular zanjó el debate acusando a Adelante Andalucía (Podemos-IU) y a «algunos grupos» de utilizar «de manera permanente» a las víctimas de la violencia machista únicamente para obtener rédito. Además, alertó sobre el fenómeno creciente de la violencia «de componente ideológico» e hizo un llamamiento a trabajar desde las instituciones públicas para «abrir al máximo los espacios de tolerancia».

Fue la respuesta al portavoz de Vox, Alejandro Hernández, que en principio iba a preguntar sobre la devolución de las cantidades defraudadas en los ERE y finalmente se interesó por el escrache sufrido por miembros de su partido durante un acto en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla la semana pasada.