El Observatorio Económico de Andalucía (OEA) prevé que la desaceleración que sufre la economía andaluza desde mediados del 2019 «se intensifique» este año, en el que pronostica que crecerá el 1,6%, cinco décimas menos que el 2,1% del pasado ejercicio. Este crecimiento será igual que el previsto por el OEA para la economía de España, por lo que Andalucía no ganará este año convergencia con la media española como sí ocurrió en 2019, ejercicio en el que el PIB andaluz aumentó una décima más que el español, según explicó ayer el director del OEA, Francisco Ferraro.

Este experto matizó que las previsiones macroeconómicas están muy condicionadas por las «elevadas incertidumbres» internacionales, pues aunque algunas tensiones, como el conflicto comercial chino-estadounidense o el brexit, parecen rebajadas, no se han resuelto definitivamente.

Reino Unido sigue siendo el primer emisor de turistas de Andalucía y uno de los principales mercados importadores, y el impacto de los aranceles impuestos por la Administración Trump a productos andaluces tampoco parece aclarado, añadió. Estas incertidumbres se han visto significativamente aumentadas por la aparición de otras graves amenazas, en especial el coronavirus, al que ya se imputa un recorte del 0,25% del crecimiento del PIB mundial para este año.

El análisis del OEA sostiene que la economía andaluza creció el año pasado una décima más que la española y «resistió mejor» la desaceleración gracias a que la creación de empleo se tradujo en un incremento del consumo interno, así como por el comportamiento expansivo del turismo y del sector servicios.

Pero este Observatorio advierte de que este dinamismo laboral y turístico parecen haberse agotado en los últimos meses, lo que retraerá sensiblemente el crecimiento de la economía andaluza este año. «La tendencia a la desaceleración se acentúa en los últimos meses y las previsiones son cada vez peores», dijo Ferraro, quien destacó que el indicador de la producción industrial andaluza fue el peor de España en diciembre o que el paro subió en enero en mayor medida que en el resto del país. La construcción, otro sector dinámico de la economía andaluza el año pasado, también parece haberse estacando en los últimos meses

A juicio del OEA, a las incertidumbres internacionales se le suman el impacto que pueden causar en el crecimiento andaluz algunas de las medidas anunciadas por el nuevo Gobierno central, como la subida del salario mínimo o la derogación de la reforma laboral, así como la «vulnerabilidad» de la economía española ante futuras perturbaciones financieras.

«Este nivel de incertidumbre reduce la confianza empresarial, disminuyendo las posibilidades de crecimiento desde la perspectiva de la inversión», destacó. Como factores favorables, apuntó a una recuperación de la economía alemana, motor de la UE, y al mantenimiento de las exportaciones españolas y andaluzas.

Con todo, el OEA pronostica que la coyuntura económica de Andalucía «seguirá desacelerándose» este año, «arrastrada por la inercia de una estructura con escaso peso en los sectores más dinámicos y ante la escasa tensión reformista» de los gobiernos central y autonómico.