El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, anunció ayer que el Gobierno andaluz va a pedir al Ejecutivo central que rebaje el IVA del turismo del 10% al 4% hasta final de año, con la esperanza de que este sector «pueda recuperarse» después de los daños causados por la crisis del coronavirus.

Después de la reunión del gabinete de crisis de la Junta, Marín afirmó en rueda de prensa telemática que esta propuesta «no es una bajada de impuestos sino incentivar el empleo» y recordó que el sector turístico es «el más castigado» en materia de empleo por las consecuencias de la pandemia.

«Se dan las circunstancias en este momento para que se incentive al sector con esta medida», dijo el también consejero de Turismo andaluz. Marín argumentó que «si el precio es más económico el consumo se reactiva» y que «la inmensa mayoría de ciudadanos agradecería que de aquí a final de año se le aplicara un 4 por ciento de IVA».

Marín destacó que esta idea no se le ha ocurrido al Gobierno andaluz y ha pedido al Ejecutivo de Pedro Sánchez que mire «lo que están haciendo muchos países en el norte de Europa», donde se están aplicando medidas en este sentido con el objetivo de que el público vuelva a consumir productos turísticos.

«Es cambiar IVA por empleo de forma temporal, con la esperanza de que el sector turístico pueda recuperarse», insistió el vicepresidente andaluz.

Plan B

El vicepresidente de la Junta aseguró que Andalucía «sí tiene un plan B», a diferencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y está preparado para «asumir el mando» el 10 de mayo si no se produce una nueva prórroga del estado de alarma.

Marín denunció que «suena a amenaza» que el Gobierno central «vincule la prolongación del estado de alarma a los ERTE, los autónomos o la financiación de las comunidades», por lo que ha pedido una rectificación.

Afirmó que ninguno de ellos puede ser rehén para que el Gobierno de España obligue a los partidos a prolongar el estado de alarma y argumentó que no se pueden vincular las consecuencias del coronavirus a que el miércoles salga adelante en el Congreso la petición de una nueva prórroga por parte del Ejecutivo.

Marín mostró la preocupación del Gobierno andaluz por la «incertidumbre e improvisación permanente» a la que los ciudadanos están sometidos y puso como ejemplo que el domingo se publicara a última hora en el BOE cómo tenían que abrir los comercios ayer lunes, un día después, algo que «no es de recibo».

«Andalucía está preparada para asumir el mando el 10 de mayo si no hay prórroga del estado de alarma», dijo el número dos del Ejecutivo regional, que destacó que hoy no se sabe si el Gobierno de Pedro Sánchez cuenta con los apoyos suficientes para sacar adelante esta propuesta.

Por ello garantizó que la comunidad «sí tiene un plan B» aunque el presidente del Gobierno no lo tenga y que los criterios de ese plan no coinciden con el Ejecutivo central para poner en marcha el mando único, que recaería en la Consejería de Salud encabezada por Jesús Aguirre.

«Ese plan B nos da tranquilidad y que podamos trabajar para empezar a despejar dudas», dijo Marín, quien añadió que también están preparadas las propuestas y los datos que pidió el Ministerio de Sanidad para la desescalada, porque la Junta va a seguir «actuando con lealtad».

No obstante, advirtió que no se puede perder la vigilancia del virus y garantizó que eso «no le va a pasar a Andalucía».

Marín detalló que el plan de la Junta incluye «cambios de criterio en el aislamiento de las personas», así como seguimientos de positivos hasta detectar dónde se produjo el contagio y seguimientos también de circuitos hospitalarios, tanto de los enfermos de coronavirus como de otras patologías.

Además, se establecería una red de vigilancia con el plan centinela, que contaría con equipos organizados para cerrar espacios si fuera necesario en el momento en el que se produjera un rebrote, y se cuenta ya con estocaje de material suficiente para al menos ocho semanas. «El Covid-19 nos pudo sorprender a todos una vez, pero no lo puede hacer dos veces», manifestó el vicepresidente.

Marín dijo que en Andalucía hay en estos momentos 25 distritos sanitarios que cumplen los requisitos para comenzar «un desconfinamiento gradual y siempre controlado» y que reúne asimismo los requisitos que el Gobierno «parece que puede poner en marcha para permitir la apertura de ciertos espacios».

Explicó que la comunidad cuenta actualmente con más de 30.000 camas hospitalarias disponibles, más de 1.200 en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y menos de diez positivos por cada 100.000 habitantes.