El Ministerio de Sanidad valoró "mejoras" en los indicadores respecto al diagnóstico precoz y el seguimiento de los casos positivos de coronavirus y sus contactos en Atención Primaria para justificar la decisión de autorizar el pase de las provincias de Málaga y Granada a la fase 2 Málaga Granada fase 2 del 'Plan de transición hacia una nueva normalidad'.

Así se recoge en el informe técnico del Ministerio, consultado por Europa Press, que argumenta la referida decisión, adoptada el pasado 28 de mayo, que autorizaba el pase de Málaga y Granada a la fase 2 a partir del 1 de junio, una semana después que el resto de provincias andaluzas.

El Ministerio de Sanidad publicaba este lunes en su página web los informes en los que se ha apoyado para justificar el avance o no de los distintos territorios a la fase 2 según los parámetros establecidos por el propio departamento que dirige Salvador Illa.

En su informe sobre el avance de Granada y Málaga dentro del 'Plan de transición hacia una nueva normalidad', firmado por la directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio, se valora la mejora de la "situación epidemiológica" en los últimos siete días desde el anterior informe, que indicaba "una tendencia favorable en el control de la transmisión del virus".

Así, el Ministerio constataba el 28 de mayo que la circulación de SARS-Cov-2 en dichas dos provincias andaluzas era entonces "baja", de forma que, en Málaga, la incidencia acumulada --teniendo en cuenta controles de PCR-- había disminuido en una semana, desde 1,75 a 0,54 por 100.000 habitantes, con nueve casos diagnosticados por fecha de notificación en los últimos siete días. Por su parte, en Granada, la incidencia acumulada se había reducido pasando de 2,29 a 1,50 por 100.000 habitantes, con 14 casos diagnosticados por fecha de notificación en los últimos siete días.

El Ministerio también señala en su informe que la comunidad autónoma estaba "consolidando la estrategia de vigilancia" para el diagnóstico precoz y el seguimiento de los casos y sus contactos en Atención Primaria implantada en la semana del 11 de mayo, con significativos aumentos en el número promedio diario de casos sospechosos detectados en dicha área sanitaria tanto en Granada --41 al día, frente a los 20 del informe anterior-- como en Málaga, donde dicha cifra se incrementó de una semana a otra de 39 a 60,4 sospechosos al día.

Andalucía --señalaba también este informe de Sanidad-- había realizado "un esfuerzo en aumentar su capacidad de laboratorio", pasando de una capacidad de 6.000 PCR al día a 14.930 en dos semanas --una capacidad que en Granada se situaba en 6.015 PCR al día y en 2.600 en Málaga-- y, además, contaba "con un sistema de vigilancia epidemiológica reforzado y coordinado a todos los niveles".

Así, "los servicios de Salud Pública tienen la capacidad de disponer de la información diaria para la detección de casos por infección activa por SARS-Cov-2 desde todos los niveles asistenciales y su envío a SiViEs", según valoraba el Ministerio en su informe del 28 de mayo.

El documento valora que, "dentro del procedimiento general de vigilancia, se ha establecido una encuesta para el estudio de contactos de los casos confirmados de Covid-19 en el ámbito comunitario y otro en el ámbito sociosanitario para la recogida sistemática de la información sobre los contactos estrechos identificados", así como "se ha desarrollado en la historia única de salud el módulo de contactos identificados".

Camas disponibles

También "se ha creado un programa de formación específico para las actividades de estudio de contactos en Atención Primaria y en centros sociosanitarios", según recoge el informe de Sanidad, que valora también la capacidad de Málaga para disponer 65,9 camas de agudos y cinco de UCI por 10.000 personas en un plazo máximo de cinco días.

En el caso de Granada, el dato era de 63,4 camas.

La comunidad autónoma contaba a la fecha de elaboración del informe con "una reserva de materiales que cubre entre 15 y 60 días de actividad", y los recursos humanos se habían "reforzado durante la onda epidémica y la fase de desescalada".

El informe de Sanidad que justifica el pase a fase 2 de Málaga y Granada también valoró la reducción de "la presión por Covid-19 a nivel hospitalario" en ambas provincias, traducida en un descenso de la ocupación de camas tanto de agudos como de UCI, así como se fija en la situación de las residencias de mayores.

Sobre este último asunto, el Ministerio explica que la Junta ha implantado "un plan específico para garantizar una adecuada atención a los centros residenciales y otros centros sociosanitarios" desde el inicio del estado de alarma, y, para el seguimiento de los casos a nivel de centros sociales y residencias se cuenta --a la fecha de realización del informe-- con 28 enfermeras gestoras de casos en Granada y 52 en Málaga, en coordinación con Epidemiología de Atención Primaria.

El informe constata la realización de "test rápidos a todos los residentes y trabajadores de las residencias en seguimiento y confirmación necesaria posterior con PCR".

Seguimiento

El Ministerio también valoró la difusión de "mensajes y recomendaciones a la ciudadanía y profesionales a través de programas de prevención y promoción de la salud que impulsa la Consejería de Salud y Familias y de sus redes sociales", así como que la ciudadanía se había adaptado "de forma satisfactoria a las recomendaciones basadas en el distanciamiento físico".

Finalmente, el informe hace alusión al "plan de movilidad para la comunidad autónoma" presentado por Andalucía, y avanza que, "para la fase de transición, el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía se encargará de generar información sobre los datos relativos a movilidad y contexto socioeconómico", y "se deberá monitorizar el cumplimiento de las restricciones de movilidad en cada una de las fases".