La Junta de Andalucía ha revisado el escenario económico para este año 2020 y prevé una caída del PIB del 10,4% frente a una previsión de crecimiento del 1,5% antes del Covid-19 y la destrucción de más de 322.000 empleos, un 10,3 % en términos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Estos datos los expuso ayer miércoles el consejero de Economía, Comercio, Empresa y Universidad, Rogelio Velasco, en comisión parlamentaria, en la que señaló que estas previsiones están en línea con las manejadas para Andalucía por otros organismos como BBVA, Analistas Económicos de Unicaja y el Observatorio Económico de Andalucía, entre otras.

Estas cifras son consecuencia del impacto en la actividad económica y el empleo de la crisis sanitaria del coronavirus desde marzo de este año en que se declaró en España el estado de alarma y se establecieron limitaciones a la movilidad y al desarrollo de actividades económicas.

A pesar de estas malas perspectivas, el consejero de Economía confió ayer en que la evolución de la economía en junio y julio mejore dado que se han relajado las restricciones del estado de alarma y, además, en julio podrán venir los turistas internacionales a España.

Así, destacó el apoyo de la Junta al tejido productivo con medidas entre avales y ayudas de distinto tipo por más de 150 millones de euros.

Por otra parte, en lo que va de año, la minería metálica, la industria del cuero y del calzado, papeleras, el sector químico y los fabricantes farmacéuticos son las únicas cinco ramas, de la treintena que integran la industria andaluza, que han sorteado la crisis del coronavirus. Estas ramas industriales no sólo no se han visto perjudicadas por la crisis derivada de la pandemia del Covid-19, sino que han aumentado su producción durante los cuatro primeros meses de este año, en comparación con la del mismo periodo del año anterior, según los indicadores del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) consultados por Efe.

Un aumento de la actividad que contrasta con el desplome del 27,2% que ha sufrido la producción industrial andaluza en abril, respecto a la del mismo mes del año pasado, lo que le ha supuesto una bajada acumulada del 15,2% en los cuatro primeros meses de este año, en comparación con la del mismo periodo del 2019, la caída más acusada del Índice de Producción Industrial de Andalucía de los últimos años, una vez corregido este indicador de los efectos estacionales y de calendario. El caso más llamativo es el de las explotaciones de la faja pirítica, que extraen minerales metálicos en Huelva y en Sevilla, cuya producción acumulada en los cuatro primeros meses de este año se ha disparado nada menos que el 125,2%, en comparación con la del mismo período del año anterior.

La industria andaluza de fabricación de productos farmacéuticos también ha aumentado su producción acumulada hasta abril, con una subida del 14,9% respecto a la del mismo periodo del año pasado, beneficiada por la fuerte demanda de estos bienes como consecuencia de la pandemia, que sólo en abril impulsó la fabricación el 57,3% más que en el mismo mes del 2019.

El sector químico andaluz, cuyos dos grandes complejos industriales, de Huelva y de Algeciras (Cádiz), tampoco se han visto afectados por el confinamiento al ser declarados industrias esenciales, ha sorteado igualmente la crisis del coronavirus ya que ha logrado aumentar su producción el 17,5% en abril, con respecto al mismo mes del año pasado, lo que le permite acumular un crecimiento del 13,2% en el acumulado de los cuatro primeros meses de este año.

Las otras dos ramas industriales andaluzas que han aumentado su producción en lo que va de ejercicio son las fabricantes de papel, con un incremento del 5,6%, y la industria del cuero y del calzado, que ha aumentado su fabricación el 11,1% en los cuatro primeros meses del año, a pesar del fuerte retroceso del 20,3% que sufrió en abril.