La Junta de Andalucía hará pruebas para detectar coronavirus a los 147.000 profesionales del sistema educativo antes del próximo curso escolar y previamente se harán a los docentes que participen en el plan de refuerzo estival, previsto entre el 1 y el 31 de julio. Así lo anunció ayer el vicepresidente andaluz y consejero de Turismo, Juan Marín, tras la última reunión del gabinete de crisis creado por la Junta durante la pandemia de coronavirus, que se desactivará cuando el próximo domingo a las 00.00 horas concluya el estado de alarma.

Por su parte, el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, expuso en el pleno del Parlamento las medidas que por el Covid-19 está impulsando su departamento de cara al próximo curso 2020-2021, donde apostará por reforzar las plantillas docentes «más allá del incremento que ya estaba previsto en el presupuesto de 450 profesores y maestros», y una inversión en dotación tecnológica que permitirá poner a disposición de los centros educativos y del alumnado de «decenas de miles de dispositivos electrónicos» que contribuyan a paliar la brecha digital en el sistema educativo andaluz.

Además, se realizarán actuaciones encaminadas a mejorar la conectividad de los centros que dispongan de redes inalámbricas o de baja potencia.

Otra de las iniciativas que se van a incorporar es un Plan de Refuerzo que empezará en septiembre y que durará a lo largo del curso escolar.

Imbroda planteó la construcción de un nuevo modelo educativo para Andalucía, que deje atrás «los lastres de la vieja escuela», y que pueda dar respuestas en un mundo «que ha cambiado en tres meses». Así, instó a los grupos políticos a sentarse, debatir y compartir ideas para construir «entre todos» un sistema que apueste «por la convergencia con Europa y la sociedad del conocimiento, un modelo de calidad».

Señaló que es preciso una «transformación cultural» y recordó los enormes costes sociales y económicos que provocan en Andalucía tasas de un 21,9% de abandono escolar temprano y de un 44% de paro juvenil. «Lo que no podemos hacer es volver a la vieja escuela, un nuevo modelo que sea capaz de convertirse en un laboratorio de vocaciones», dijo.