El Producto Interior Bruto (PIB) de Andalucía volvió a acusar en el tercer trimestre el «fuerte impacto» de la crisis sanitaria provocada por la pandemia, con una caída interanual del 8,5%. Pero el peso en la comunidad autónoma que registran agricultura y construcción alivió el descenso, hasta colocarlo dos décimas por debajo de la media de la economía española, que se situó en ese periodo en el -8,7%.

Así lo reflejan unas primeras estimaciones avanzadas por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), que apuntan que la economía andaluza registró un crecimiento del 14,5% respecto al trimestre anterior, tasa 2,2 puntos inferior a la registrada para el total de España en ese periodo.

Según destacó la Consejería de Transformación Económica en un comunicado, el menor descenso interanual de la «economía regional respecto al conjunto nacional se explica fundamentalmente por un mejor comportamiento de las ramas agrícolas y del sector de la construcción, y en menor medida, del segmento servicios.

En el caso del sector primario, se observa una mejora de la actividad en el tercer trimestre del año, de acuerdo con los últimos datos de producciones agrícolas en Andalucía. Asimismo, en la construcción se produce un mejor comportamiento en la región con respecto al conjunto nacional, «atendiendo al indicador de consumo aparente de cemento y, sobre todo, a la evolución positiva de las horas trabajadas que ofrece la Encuesta de Población Activa en Andalucía respecto al resto del territorio nacional», se argumenta.

En este caso, si bien la estimación del empleo dentro del territorio andaluz, en términos de ocupados, es inferior que en el conjunto de todo el país, el dato de horas trabajadas, más cercano al concepto de producción, es más favorable en la región.

Por su parte, en el sector servicios se ha observado una evolución ligeramente menos negativa en Andalucía que en el país, sobre todo, atendiendo a las ramas relacionadas con la Administración pública, la educación, la sanidad, las actividades inmobiliarias y de información y comunicaciones. Todas ellas tienen un mayor peso en la economía regional si se tienen en cuenta otros territorios de España.