El llamado lince errante de Rociana del Condado (Huelva), que recorrió las calles de esta localidad el pasado septiembre, ha superado la cuarentena en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) y se encuentra en perfecto estado.

Según datos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, en este tiempo en el CREA, ubicado en el paraje natural Marismas del Odiel, en Huelva se le han practicado varias pruebas y chequeos para conocer su estado de salud y los resultados señalan que está sano y sin ninguna lesión.

Aún sin nombre, la aventura de este ejemplar por el pueblo onubense, corrió aún más rápido por las redes sociales que por las adoquinadas calles de Rociana y fue noticia de telediario en todo el mundo el pasado 25 de septiembre.

El lince errante fue sorprendido deambulando de aquí para allá por Rociana mientras esquivaba a guardias civiles en su frenética huida y al final fue atrapado en el zaguán de una casa.

Según la fuente, ahora es el momento de decidir cuál será su futuro más inmediato y así lo explica Teresa del Rey Wamba, veterinaria del Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Andalucía y del CREA Marismas del Odiel: "Hay dos opciones, una es liberarlo en el área de Doñana donde fue capturado o bien, soltarlo en Andalucía u otra zona lincera de la Península Ibérica para mejorar la diversidad genética de esta especie".

Por el momento, el lince errante de Rociana permanece siempre vigilante en el CREA, vecino, pared con pared, un buitre leonado joven que en uno de sus primeros vuelos largos acabó agotado y ahora necesita alimentarse bien durante un tiempo para recuperar fuerzas, antes de continuar su lucha diaria por la supervivencia.

Este felino es uno de esos ejemplares que han logrado escapar de los fototrampeos y que por lo tanto, aún no han podido identificar, por lo que el patrón de sus manchas, igual que la huella dactilar en los humanos, no está en el "sistema", por lo que no está "fichado" y los únicos datos son que se trata de un macho, nacido casi seguro, en la zona del Espacio Natural de Doñana y por el desarrollo de su cuerpo y dientes, podría tener entre dos y tres años.

El nombre con el que se bautiza a los linces empieza cada año por una letra del abecedario y en 2020 toca la letra ‘r’, por lo que entre los cachorros andaluces de esta temporada figuran "Rima", "Remesal" o ·Ratosilla" y en cambio, a los ejemplares cuyo año de nacimiento se desconoce, corresponde la letra ‘i’ de indeterminados.

Este es el tercer lince que acaba en el CREA de Huelva este año, tras el primero que llegó al centro tras ser atropellado y hoy integra el programa de cría en cautividad por su valía genética, y el segundo, un cachorro hallado en la Sierra Norte de Sevilla totalmente desnutrido.

Según la fuente, Andalucía es referente en la cría en cautividad y reintroducción del lince en el medio natural y en septiembre echó a andar un nuevo proyecto Life, denominado Lynxconnect, con el reto de crear una población consolidada y viable de esta especie emblemática de la Península Ibérica.

La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha subrayado que este proyecto se basa en la colaboración y unidad de los 21 socios que forman parte del Lynxconnect, ha subrayado que "tenemos por delante un objetivo común y un trabajo colectivo que permitirá un futuro cada vez más halagüeño para el lince ibérico", y ha agradecido el esfuerzo de quienes "cuidan y sanan a los linces que llegan heridos o desorientados a los centros de recuperación de especies amenazadas". EFE