Política

Primarias a todo ritmo

De un lado, Juan Espadas Cejas (Sevilla, 30 de septiembre de 1966), alcalde de Sevilla, fue consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio de 2008 a 2010 y senador de 2010 a 2013. Licenciado en Derecho, tiene dos hijos - De otro, Susana Díaz Pacheco (Sevilla, 18 de octubre de 1974). Fue presidenta de la Junta de Andalucía entre 2013 y 2019 - El primero es el candidato de Sánchez, del aparato, de Ferraz - La segunda quiere sacarse la espina de perder el Gobierno regional (pese a ganar las elecciones) tras décadas de poder socialista

Juan Espadas y Susana Díaz

Juan Espadas y Susana Díaz / MARÍA JOSÉ LÓPEZ / E. P.

Jose María de Loma

Jose María de Loma

Aunque la temperatura iba en aumento desde hacía tiempo, la ebullición en el socialismo del Sur de España se ha precipitado. El miércoles saltaba la noticia (estas son de las noticias que más que producirse, saltan) de que Ferraz iba a convocar al día siguiente elecciones primarias en el PSOE andaluz. La excusa era que el batacazo de Gabilondo en Madrid (y el triunfo del PP) podría animar a Juanma Moreno a convocar elecciones pronto. Y que eso iba a pillar en calzoncillos al socialismo andaluz. Excusas. Por dos razones: la prisa de Ferraz viene de hace mucho y son en realidad prisas por echar a Susana Díaz, borrarla por el método primarias una vez que no consiguieron que aceptara algunos de los chollos o patadas para arriba que le ofrecieron. Pero era también, segunda razón, una excusa porque la Ley electoral andaluza impide que se celebren elecciones en junio y julio y convocarlas en agosto como que es arriesgado y poco explicable. Así que van a tocar en otoño como muy pronto. Y tampoco es muy probable.

En cualquier caso, sí es verdad que la pugna daba además sensación total de interinidad, de falta de liderazgo, de enfrentamiento insoslayable y difícilmente conciliable. Así que primarias. Pero Susana Díaz no iba a permitir ni siquiera que Ferraz le ganara en velocidad convocante. Así que ella también convocó a su ejecutiva. También para convocar primarias. Y hasta dio una rueda de prensa cariacontecida y enfadada para decir que convocaba primarias y que no quería codazos. Todavía son legión los que se están reponiendo de los que ella ha dado. No se quedan cortos sus rivales. Y a este punto hemos llegado. Primarias convocadas doblemente. Cabreos dobles y dobles censos y dobles recriminaciones. Dobles lealtades.

La campaña empezó hace mucho. Con el diputado Felipe Sicilia como liebre del sanchismo. Luego vino el turno de Espadas y entretanto se hizo una labor larga y bien calculada escalada de presión por goteo contra Susana Díaz, que vio como dirigentes de agrupaciones iban proclamando el eufemismo ese de la renovación del mensaje. La más importante, Jaén. Más de 7.000 militantes. Con Francisco Reyes como aspirante a una posible bicefalia: él secretario general y Espadas candidato a la Junta. Está por ver. Poco funcionan esas bicefalias. Pues Jaén, que suele ser monolítico, está con Espadas. Y eso es tremendo para los cálculos del susanismo, que gozan de buen número de adeptos, quizás donde más, en Málaga. En Sevilla pueden ser mayoría aún y provincias como Cádiz o Granada le han vuelto la cara.

Todo esto son cábalas inciertas, a grandes rasgos, dado que luego el voto es secreto, bueno, debería serlo, y vale igual el de una ministra que el de un jubilado de Huercal-Overa. En Málaga, los floretes están en alto. Mucha división. Peleas personales. Espadas ha venido mucho a la provincia. Ha visto a mucha gente. Los sanchistas de primera hora como Javier García León, Jorge Gallardo, Ignacio López o Rafael Fuentes le han servido a veces de cicerón. Importantísimo fue el paso dado por Javier Salas, secretario general de Carretera de Cádiz, que rompió más de un tabú y abrió fuego en pos de la renovación. No menos importante y ferolítico fue el apoyo de Daniel Pérez, portavoz municipal en Málaga, que ha causado todo un terremoto y ha desatado todas las especulaciones sobre su futuro. Una pieza muy cotizada por ambos bandos es el alcalde de Vélez, Antonio Moreno Ferrer. A Ferrer le iban a venir con presiones y astucias... Apoya a Espadas y lo ha hecho cuando ha querido.

El otro día estuvo en la «cumbre» de Ojén donde también se pudo ver a Luciano Alonso, que no le haría ascos a ser candidato a la alcaldía de Málaga. O a ir en la lista. Trabajando por la nueva mayoría que orille a Díaz está también el senador José Aguilar y haciendo diplomacia pero fiel a Susana Díaz se encuentra José Luis Ruiz Espejo, que tiene el gran mérito de lidiar con traiciones y egos y que quiere revalidar su cargo. Ni el mejor vaticanista lo tendría fácil. Se apresta a purgar a desleales si Díaz gana.

No hay que menospreciar ni el trabajo ni la influencia de Miguel Ángel Heredia, muy conectado en Madrid con algunos dirigentes y con serias diferencias ahora con históricos notables. Francisco Conejo trabaja con denuedo a favor de Susana Díaz, siendo miembro de su guardia de hierro. El grupo municipal de la capital está dividido y la pedrista primera fue Begoña Medina. Pepe Bernal, portavoz en la Diputación, es hombre fiel a Espejo y susanista, al igual que Javier Carnero. Bernal, como presidente del partido está en el día a día de la organización. El alcalde de Álora, el de Ojén y el de Torremolinos, José Ortiz, son anti susanistas más que espadistas, que también. El cabreo de Ortiz viene de lejos, de cuando no lo hicieron diputado provincial, aunque siempre en petit comité ha sido muy crítico con Díaz. Aspira en un pronto futuro a un escaño en Madrid.

Las agrupaciones ahora son bombas de relojería y en algunas se oyen gruesas palabras contra los candidatos en liza. Esto no ha hecho más que empezar. Los cambios de opinión, también.