Elecciones en Andalucía

Juanma Moreno y Juan Marín: 'poli bueno, poli malo' sobre una lista conjunta del PP y Cs

El presidente andaluz se abre a la posibilidad de estudiar si es "útil en términos electorales" una coalición andaluza pero su vicepresidente aboga porque sendos partidos concurran por separado a los comicios, que se perfilan para finales de junio

Juanma Moreno y Juan Marín derrochan complicidad tras el Consejo de Gobierno.

Juanma Moreno y Juan Marín derrochan complicidad tras el Consejo de Gobierno. / Álex Zea

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

Aunque el inminente adelanto electoral lo ha dejado en un olvidado segundo plano, el debate sobre una hipotética alianza en las urnas de las dos fuerzas del Gobierno andaluz del cambio sigue abierto. Y, ante la posibilidad ya casi indiscutible de que las elecciones sean en junio, el asunto ha vuelto a la palestra durante la rueda de prensa protagonizada por el presidente y el vicepresidente de la Junta de Andalucía en el Museo Picasso Málaga, tras la reunión del Consejo de Goibierno. Con esta conjetura planeando sobre el soleado marco en el patio de la pinacoteca, Juanma Moreno y Juan Marín han jugado a 'poli bueno, poli malo'. Al abordar explícitamente esa lista conjunta del PP y Ciudadanos, el presidente del PP andaluz se ha abierto a la posibilidad de estudiar "si es útil en términos electorales" una coalición andaluza pero el líder del partido liberal abogó porque sendos partidos concurran por separado a los comicios, que se perfilan para finales de junio.

En una intervención en la que llegó a referirse a los consejeros de Cs de su Gobierno como miembros de su misma familia política y proclamó su aspiración a una mayoría amplia o absoluta que ahuyente el pacto con Vox, Moreno no le hizo ascos a esta confluencia. Lejos de cerrarle la puerta, Moreno aseguró que "en el momento que se convoquen las elecciones, estudiaremos esa posibilidad buscando el interés general y, en este caso, también el interés electoral una vez llegado ese momento". "Como no se han convocado las elecciones todavía, desde el PP no hemos madurado esa posibilidad", añadió.

Moreno señaló que "en el PP se tendrá que ver primero si esa plataforma, coordinación, coalición, o lo que fuese, es útil, en el sentido de captar el interés, la atención, el cariño de Andalucía, y si eso puede propiciar una mayoría más amplia, o si, por el contrario, genera rechazo, problema o desvío de voto hacia otras formaciones políticas".

"Eso hay que estudiarlo de una manera muy serena y con mucho rigor, porque ahí sí que son números; aunque estoy muy orgulloso del gobierno de coalición y de todos y cada uno de los consejeros, y me encantaría seguir con ellos y que fuéramos juntos a esas elecciones, manda la aritmética".

En este punto, Moreno matizó que "una cosa es mi voluntad y deseo, y otra cosa es la aritmética". "En términos electorales hay que hacer caso siempre a la aritmética para no equivocarse ni cometer un error", agregó.

En cambio, el vicepresidente de la Junta y coordinador autonómico de Cs Andalucía, Juan Marín, fue conciso y reiteró que "la fórmula que ha funcionado en Andalucía es un gobierno de coalición de PP y Ciudadanos". "Los dos partidos ya acudieron a las elecciones de 2018 con sus siglas y proyectos cada uno por separado y después buscamos lo que nos unía, el interés general de Andalucía; me quedo con esa fórmula", puntualizó Marín con cierto tono diplomático que tapa, en este preciso instante, la existencia en su partido de un deseo de alianza con el PP para escapar de la pérdida de casi toda la representación que vaticinan los sondeos.

Eso sí, Marín abandonó el tono beligerante de días anteriores y ya no criticó el adelanto electoral, aunque no lo comparta. Es más, el vicepresidente evidenció ese cambio de discurso con el que ya dice que "Cs está preparado de sobra para las urnas" y en lugar de hablar de "más de tres años y medio de legislatura" vio la botella de la legislatura casi agotada. Lo hizo al encomendarse a la expresión de "casi cuatro años ya" para alabar el trabajo del Gobierno y enfatizar que "Andalucía es otra".

Sus elogios fueron compartidos por Juanma Moreno, quien recordó que el Ejecutivo andaluz del cambio "es el único gobierno de toda España que va a llegar al final de la legislatura sin haberse roto y sin divisiones". "No distingo entre los consejeros del PP y los de Cs, no miro el color político porque todos ellos forman un equipo fundamental con los que he compartido muy buenos y malos momentos, demasiados malos por la pandemia, en esta legislatura", recalcó Moreno. Y ahí no se quedaron las alabanzas. El presidente andaluz presentó a Marín como "uno de los mejores vicepresidentes de un Gobierno de España, incluso de Europa".

A finales del año pasado, cuando la presidenta naranja Inés Arrimadas se abrió a una hipotética alianza electoral, este conato de confluencia fue frenado en seco por el extinto aparato ‘genovés’ de Pablo Casado, Teodoro García Egea y Fran Hervías. Un cuatrimestre después y con la hora de la verdad de las elecciones insinuándose en el horizonte, el deseo sigue existiendo en la cúpula de Cs -aunque con discrepantes- ante la certeza de que solo una fórmula así puede ahuyentar el sino de las encuestas.

Con los 21 escaños liberales prácticamente reflejados en el casillero de Vox y la amenaza real de la pérdida de toda la representación, a Arrimadas y Marín les queda esta bala. Hace unos días, lo dejó claro el número 2 nacional de Cs, Edmundo Bal. Muy lejano queda el brillante resultado de 21 escaños que les llevó al Gobierno andaluz haciéndole, a su vez, un favor al PP para que gobernara al fin en Andalucía con unos pírricos 26 escaños, casi la mitad de los 50 cosechados por Javier Arenas en su estéril triunfo electoral de 2012.

Aunque las relaciones entre ambas formaciones no terminan de parecer idílicas pese a la llegada a Feijóo y dado que las heridas de Madrid y Castilla y León aún escuecen, la clave que invita a abrir el melón de las listas conjuntas se llama ahora Elías Bendodo. A Cs le ha cambiado la vida hasta el punto de que en Génova no solo ya no está el enemigo público número 1, el exdirigente naranja Fran Hervías. Además, allí ha aterrizado como coordinador general el ‘amigo andaluz’. El mismo Bendodo que, hasta hace unos días, proclamaba a los cuatro vientos que la vocación de reeditar el Gobierno del cambio con los mismos socios seguía intacta. No obstante, una cosa es decirlo y otra hacerlo sin suma y con Vox ahí acechando. El tiempo dirá si lo sostenido por Juanma Moreno en el Museo Picasso está más cerca de la realidad o de la diplomacia. 

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