Dos personas fueron detenidas ayer durante la protesta de taxistas convocada para protestar ante el Parlamento de Andalucía contra la regulación que prepara la Junta para los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC), y que incluyó lanzamiento de huevos y botellas, pitos, abucheos y cargas policiales. Escenas de tensión ante las que el Gobierno andaluz respondió subrayando que la futura norma aún se está negociando y que no se busca «dañar al taxi».

Alrededor de un millar de personas participaron en la protesta, portando tambores, pitos y pancartas en las que anunciaban que el taxi «no se rinde», en esta ocasión ante el proyecto normativo, que según Fomento habilitará a los VTC para que sigan operando en los núcleos urbanos a partir del 1 de octubre, si bien se establecerán requisitos para que estas medidas garanticen «la convivencia» y ofrezcan «el mejor servicio al ciudadano».

Una argumentación que no ha convencido al taxi. «Nos han engañado», apuntó Francisco de la Piedra Vega, representante de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT). Los taxistas consideran que «de la noche a la mañana y con la mayoría absoluta del PP el discurso ha cambiado completamente» en San Telmo y se sienten «traicionados» ante el movimiento de la Consejería, a la que han advertido de que no dudarán en recurrir a los tribunales.