Halloween 2022

Soportújar, así es el pueblo andaluz de las brujas

Todo el pueblo lo envuelve un halo de mitos y leyendas. Y es que cuenta la leyenda que tras la expulsión de los moriscos, en estas tierras se instalaron gentes del norte que trajeron sus costumbres paganas y aquelarres

Casa de Baba Yagá, en Soportújar

Casa de Baba Yagá, en Soportújar / La Opinión

Chaima Laghrissi

Chaima Laghrissi

Cada 31 de octubre se celebra Halloween. Una festividad que a pesar de no ser española, está arraigada en nuestro país. Los entusiastas de Halloween lo celebran durante todo el mes, ya sea con una maratón de películas de terror o con decoración terrorífica en las casas y establecimientos. 

Pero, hay en Andalucía un pueblo que está en sintonía con esta celebración. Se trata de Soportújar, conocido como el pueblo de las brujas. Está en la Alpujarra granadina y es uno de los pueblos más curiosos y singulares de la autonomía andaluza. 

Aquí el espíritu de Halloween está presente durante los 365 días del año; ya que los hechizos y la brujería son protagonistas en cada rincón de este pueblo. 

Todo el pueblo lo envuelve un halo de mitos y leyendas. Comenzando por el significado de su nombre.

Soportújar procede del latín "porticus" que significa "soportal". Es una tierra de portales y aquelarres que conectan con el otro mundo, o al menos eso es lo que se cree. 

Cuenta la leyenda que tras la expulsión de los moriscos, en estas tierras se instalaron gentes del norte que trajeron sus costumbres paganas y sus aquelarres.

La casa de Baba Yagá, calderos y serpientes

Ya la entrada del pueblo adelanta a los viajeros qué pueden encontrarse en este misterioso pueblo.  Una bruja enorme da la bienvenida a Soportújar.

Se trata de Baba Yagá, la bruja más temida en el mundo de los cuentos populares rusos, una bruja que vivía en una casa con patas de gallina y volaba en el interior de un almirez.

A poco más de 500 metros está la Cueva del Ojo de la Bruja, ubicado en un barranco y al lado del cementerio. En este punto se cuenta que se ha practicado la brujería durante siglos. Al fondo de la cueva se dice que hay una grieta que comunica con el más allá.

Cada rincón de este pueblo está decorado al milímetro. En la plaza del Ayuntamiento, se encuentra el Mirador del Embrujo, si miras al horizonte se ve dos brujas que preparan un hechizo en un caldero, desafiando a la iglesia que tienen de frente.

Y es aquí cuando comienza la magia y el punto de partida para perderse por sus calles. En el paseo podemos encontrarnos desde calderos, serpientes, dragones o a la Viuda Negra, una enorme araña que custodia esta parte del pueblo.

La tradición cuenta que hay que pasar por debajo de una de sus patas y pedir un deseo, pues se dice que las arañas están presentes cuando hay una bruja cerca. 

No podía faltar el Pozo de los Deseos, uno de los lugares más emblemáticos del pueblo. Algunos dicen que si no se echa una moneda al cruzarte con él, habrá que tener por seguro que nos perseguirá la mala suerte.

Otro de los imprescindibles a visitar es la casa de la bruja Baba Yagá; que con sus patas de gallina perseguía a quién se le acercase.

Tras esta casa de la bruja se encuentra la fuente del chorro, donde el trago de agua trae un acertijo que nadie es capaz de resolver. 

La Era de los Aquelarres es otro enclave a las afueras del pueblo y que, según los rumores  ha sido escenario de todo tipo de ritos paganos y místicos. 

Gastronomía

Para concluir el viaje hay tres platos típicos que hay que pedir si vas a Soportújar.

Se trata del gazpacho trapero, las migas y el famoso plato alpujarreño.