Día de Andalucía

Carmen de Asido Orellana, la psicóloga que llegó a ser comandante de la Guardia Civil

Poco después de acabar la carrera, esta gaditana de Medina Sidonia decidió entrar en la Benemérita, un Cuerpo en el que ha llegado a ser la segunda mujer en alcanzar ese rango en toda Andalucía

Carmen de Asido Orellana, la segunda mujer en llegar a ser comandante de la Guardia Civil en Andalucía.

Carmen de Asido Orellana, la segunda mujer en llegar a ser comandante de la Guardia Civil en Andalucía. / CEDIDA

Carlos Doncel

A Carmen de Asido Orellana (1982) le llegó su vocación mientras estudiaba Psicología. En un aula de la Facultad le hablaron de que podía ejercer su oficio más allá de una consulta: en el Ejército. Le sonó bien, incluso se compró el temario de acceso cuando acabó la carrera, pero todo cambió con la propuesta que le lanzó un amigo: "¿Y por qué no en la Guardia Civil?". Hoy, más de 20 años después de aquella pregunta, esta gaditana es la primera mujer en llegar a ser comandante de la Benemérita en Huelva, la segunda de toda Andalucía.

"En un simposio sobre posibles salidas profesionales vino un capitán psicólogo en las Fuerzas Armadas. Me fascinó la charla que nos dio, quedé encantada", rememora Carmen de Asido Orellana. Hasta tal punto, que dos años después de terminar los estudios, se hizo con el temario de oposiciones. "Pero un día en la biblioteca un antiguo compañero de clase me sugirió entrar en la Guardia Civil. Aquello me descolocó, no sabía ni que tenía un servicio de psicología".

A partir de este encuentro casual, se informó sobre las tareas que desempeñan estos profesionales dentro del Instituto Armado. Y si tuvo alguna duda, se disipó al instante: "Lo tuve clarísimo: quería estar ahí y ofrecer mi formación como psicóloga", recuerda. Tras horas de preparación, el 3 de septiembre de 2007 vistió al fin el uniforme verde, y aquel Cuerpo que le llegó de casualidad, acabó convirtiéndose con el paso del tiempo "en una forma de vida".

"Aún necesitamos a muchas mujeres dentro de la Guardia Civil"

"Desde que ingresé he pasado muchas horas realizando cursos fuera de casa. Duele quitarle tiempo a la familia, pero ese es nuestro trabajo, y no lo cambiaría por nada en este mundo", afirma Orellana. Como casi siempre, este esfuerzo también ha tenido su recompensa: en julio de 2021 ascendió al rango de comandante, la primera en llegar a serlo en la provincia de Huelva, donde está destinada desde hace 16 años.

Este hito adquiere más relevancia teniendo en cuenta que la representación femenina dentro de la Benemérita es del 9,5%, según detalló el ministro del Interior a finales de 2023. "Aún necesitamos a muchas mujeres dentro de la Guardia Civil", señala esta gaditana de Medina Sidonia. "Por eso siempre las animo a que se imaginen dentro del Cuerpo ejerciendo una de las funciones más bonitas que existen: servir a la ciudadanía". 

Carmen de Asido Orellana antes de impartir un curso de formación.

Carmen de Asido Orellana antes de impartir un curso de formación. / CEDIDA

En su caso, además, el foco de las labores diarias engloba tanto a sus propios compañeros como al resto de la sociedad. "Ofrecemos primeros auxilios psicológicos en crisis y emergencias, formamos a agentes para identificar conductas anómalas propias y ajenas, participamos en la elección del personal y damos apoyo para la obtención y valoración de testimonios, perfiles, análisis criminales o negociaciones", detalla.

Una psicóloga en la Benemérita

"La salud mental es algo que lleva ocupando y preocupando al Instituto Armado muchos años. De hecho, la creación del servicio de Psicología se remonta al 1979", apunta Carmen de Asido Orellana. "Contamos con un plan de prevención de conductas suicidas desde principios del siglo XXI, y con al menos un profesional de referencia en cada comandancia, centro de enseñanza y unidad especializada".

"Nuestra psicología es positiva, invierte en programas de crecimiento personal y laboral y de refuerzo de las cualidades de cada integrante", subraya. Asimismo, dentro de la Benemérita existen protocolos "que se activan si se observa algún signo de alarma en alguien que necesita ayuda y no la ha pedido". "Aunque lo más importante, y ahí reside el triunfo de nuestro servicio, es que los compañeros saben que los psicólogos tenemos siempre la puerta abierta. Mi mayor satisfacción es cuando acuden al despacho para hablar conmigo, porque es la prueba de que confían en mí".

Todo este sistema de prevención y asistencia resulta necesario en una institución compuesta por personas "que en vez de huir del peligro, corren hacia él". "Nuestro trabajo diario no es confortable ni tranquilo. Por ello buscamos perfiles estables, resilientes, adaptables, con manejo de autocontrol, con iniciativa y que mantengan la serenidad ante situaciones difíciles", describe Orellana.

Hace más de dos décadas, esta asidonense estudiaba en la biblioteca de su Facultad. Un amigo se le acercó y, por qué no, la Guardia Civil. Hoy ayuda a escoger a esos futuros miembros que, como ella, forman parte de un Cuerpo al servicio de toda la sociedad. A ella el uniforme verde se le cruzó de casualidad, aunque tiene claro que no se irá nunca de su vida: "El que es guardia civil, lo será ya para siempre".

Tracking Pixel Contents