La visita del Papa Francisco a Andalucía que no pudo ser

La última visita de un Papa a Andalucía se produjo en 1993, cuando Juan Pablo II realizó su regundo recorrido oficial por la comunidad autónoma. Desde entonces, han sido muchos los intentos para convencer a la Santa Sede, aunque probablemente nunca han estado tan cerca como en los últimos dos años cuando se han sucedido las solicitudes y las propuestas desde todas las instituciones aprovechando hitos como el Congreso de Hermandades y Religiosidad Popular y la Magna de diciembre de 2024, la participación de Sevilla y Málaga en el jubileo de cofradías de mayo o la próxima celebración de la Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo en junio de 2025. El empeoramiento de la salud impidió que se pudiera avanzar en ninguna de estas propuestas.

El presidente andaluz, Juanma Moreno, logró en marzo de 2024 su primera audiencia con el papa Francisco. Tras ella, destacó el conocimiento de Andalucía y específicamente de su situación ante desafíos estratégicos a nivel internacional como la inmigración o el cambio climático. Le trasladó una serie de simbólicos regalos que representaban a distintas partes de la comunidad autónoma: un cáliz de cerámica elaborado por el centro ocupacional Javier Peña de la ciudad de Almería; una escultura en bronce donada por el imaginero Juan Manuel Miñarro con el rostro de la sábana santa; una muestra de incienso cofrade; una rama de olivo plantado en su día por el cantante Bono, de U2, en la Alhambra de Granada, como símbolo de paz y de encuentro entre las diferentes culturas y religiones, y unos bizcochos marroquíes del municipio sevillano de Écija (Sevilla), elaborados por las religiosas del Monasterio de la Purísima Concepción de Osuna. Y, por supuesto, aprovechó para invitar al Papa a realizar una visita oficial a la comunidad autónoma, una oferta que según detalló tras la audiencia fue bien recibida para tratar de encajarlo en la agenda de la Santa Sede lo antes posible.

En octubre de 2024, fue el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien acudió a mantener una audiencia con el Papa Francisco. Y de nuevo, el nombre de Andalucía estuvo sobre la mesa. Sánchez fijó un objetivo para agendar una visita oficial de la Santa Sede a Andalucía: la celebración en junio de 2025 en Sevilla de la Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo, un evento de enorme relevancia internacional que atraerá a la ciudad a representantes de distintos países del mundo.

La participación del Cachorro de Sevilla y de la Esperanza de Málaga en el jubileo de cofradías de mayo en Roma abrió otra oportunidad de encuentro entre autoridades andaluzas y la Santa Sede. En enero de 2025, dos consejeras Carolina España y Patricia del Pozo, acudieron al Vaticano acompañando a una representación de las hermandades para colaborar en la organización del evento previsto para mayo. Un mes después acudieron de nuevo el presidente de la Junta, Juanma Moreno, acompañado en este caso por el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz.

Todas estas visitas permitieron al Papa Francisco atesorar, como resumió el presidente de la Junta de Andalucía tras su fallecimiento, "un profundo conocimiento" de Andalucía, de sus tradiciones y de su realidad. Sin embargo, el empeoramiento del estado de salud en los últimos meses impidió que se pudiera concretar en su agenda un desplazamiento a la comunidad autónoma. Una visita de la Santa Sede que ya tendrá que esperar al próximo pontificado.

Como ya ocurrió con el papa Benedicto XVI, el pontificado del Papa Francisco finaliza sin una visita a Andalucía. Y en este caso sin que ni siquiera llegara a visitar España, circunstancia que sí se produjo en el caso de su predecesor.